Diez inventos que cambiaron la Historia

Una huella imborrable Imagen meramente ilustrativa. En la vasta y fascinante historia de la humanidad, ciertos inventos han dejado una huell...

Arsuaga: 'Los recortes han reducido el tamaño de las excavaciones en Atapuerca'.



"Tengo la sensación de que la humanidad ya es responsable de sus actos. Ha perdido la inocencia infantil de creer que hay fuerzas ajenas que gobiernan su existencia". Con esta reflexión, fruto de tantos años de investigación y observación de la especie humana introdujo, este lunes,Juan Luis Arsuaga su discurso de inauguración de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial.
"De vuelta en casa", en su universidad, y rodeado de los mayores representantes de la institución, Arsuaga realizó un recorrido, breve pero cargado de humor, por la historia de la evolución humana. Es el descubrimiento, precisamente, de ésta, el que, según el científico, habría hecho ‘madurar’ al hombre. Comprender su historia ha sido, para él, el escalón definitivo hacia un conocimiento profundo de uno mismo y la asunción de los propios actos.
Millones de años de cambios, desde los primeros primates hasta el actual ‘homo sapiens sapiens’, pasando por todos los estadios de cambio, contemplaron a un auditorio veraniego lleno hasta la bandera, que vió pasar ante sus ojos una auténtica crónica de vida.
El cambio en la distribución de la energía, del metabolismo al cerebro, por medio del cambio en la alimentación, de vegetariana a carnívora, determinó la inteligencia. Pero lo que confirió definitivamente su superioridad a la actual especie humana fue, a juicio de Arsuaga,«"la capacidad simbólica, la creación de mundos fantásticos y el sentimiento de identidad".
Esta teoría nos llevaría a afirmar, según el científico, que en el futuro "los conflictos podrían desaparecer cuando la Humanidad considere que todos realmente pertenecemos a un mismo grupo". Algo que no parece muy probable. "Somos fácilmente enfrentables unos con otros, no es un lastre que se pueda dejar atrás, hay que convivir con ello y no hay más opción que la educación para la convivencia", afirmó, y añadió: "Mientras nazcan niños habrá que enseñarles valores para prevenirles de estos peligros. Cada generación deberá ser enfrentada a la posibilidad de participar en un conflicto".

Descubre los 10 misterios arqueológicos aún no resueltos.

Se trata de piezas que pertenecen al patrimonio de la humanidad, pero que los especialistas todavía no lograron descifrar. Vea el listado.


Si bien la tecnología se ha convertido en un aliado fundamental para los estudios científicos y arqueológicos, aún hay demasiados enigmas que no se han podido resolver. Mitos, leyendas y piezas de los antepasados de la humanidad permanecen en el ojo de los investigadores. El periódico español El Confidencial elaboró una lista con los mayores misterios no resueltos.

Las excavaciones del Cabezo Redondo en Villena corren el riesgo de desaparecer por falta de financiación.



En busca de la financiación perdida. Éste podría ser el título no ya de una película de ficción, sino de la cruda realidad que aguarda a los arqueólogos que, desde tiempos inmemoriales, contribuyen de manera desinteresada a rescatar los tesoros que se esconden en las entrañas de nuestra tierra. En esta difícil tesitura se encuentran actualmente todos los proyectos arqueológicos en la Comunitat. Y es que los recortes presupuestarios aplicados por la Administración han llegado también a las excavaciones que de forma reglada se vienen realizando en los ricos yacimientos repartidos por las tres provincias valencianas.
Una de las actuaciones arqueológicas que corren serio peligro de desaparecer del mapa es la que se realiza cada verano desde el año 1986 en el yacimiento del Cabezo Redondo en Villena. Sin ir más lejos, la presente campaña ha estado a punto de no celebrarse al no disponer de un solo euro para su financiación. La Conselleria de Cultura decidió retirar de un plumazo la habitual ayuda económica destinada a sufragar el alojamiento y la manutención del equipo de investigadores que solía trabajar durante unos 30 días en este enclave representativo de la Edad de Bronce en el área mediterránea.
El catedrático de la UA Mauro Hernández, director de las excavaciones, prefirió no rendirse y, antes de arrojar la toalla, se preocupó de buscar por su cuenta y riesgo algún mecenazgo que garantizase al menos una semana de estancia para los 15 estudiantes que conforman su equipo. Pero a la falta de aportación monetaria por parte del Consell se ha sumado la inverosímil circunstancia de que el Ayuntamiento de Villena no se haya preocupado este año de procurar el alojamiento para este grupo de jóvenes que se han desplazado hasta la capital del Alto Vinalopó desde diferentes localidades de la provincia.
De hecho, los quince alumnos de Arqueología de la UA han tenido que ser acogidos por la comparsa de Turcos de la vecina población de Sax. Paradójicamente, las autoridades villenenses, encabezadas por su alcalde Javier Esquembre (Los Verdes), han tratado de justificar la medida amparándose en una normativa autonómica que, según afirman, impide alojar a personas en las sedes festeras. El argumento no ha convencido ni a la oposición municipal ni mucho menos a los damnificados, que desde siempre han pernoctado en alguna de las comparsas de Villena. Además, finalmente han encontrado cobijo apenas 10 kilómetros más allá y precisamente en un local festero.

Los neandertales crecían más despacio que los sapiens.



El Grupo de Paleofisiología del CENIEH, liderado por Ana Mateos, modeliza por primera vez el crecimiento en altura de los niños neandertales desde el nacimiento hasta los 5 años, en un artículo que acaba de ser publicado en la revista Journal of Human Evolution, del que se desprende que el crecimiento en niños neandertales era mucho más lento que el observado en los sapiens.

Además de este trabajo en el que se ha analizado un conjunto de diez recién nacidos y niños neandertales, cuyas alturas estimadas se han comparado con dos poblaciones humanas modernas, se infiere que las tasas de crecimiento mucho más lento del Homo neanderthalensis pueden ser atribuibles a restricciones ontogenéticas o al estrés metabólico, y pueden contribuir a la baja estatura de adultos en relación con el Homo sapiens.

Como se explica en este artículo, el estudio de la aparición de distintos patrones de crecimiento humano es esencial para entender la evolución de nuestra especie, y el modelo desarrollado matemáticamente por Jesús A. Martín, investigador adscrito al CENIEH del Departamento de Matemáticas y Computación de la Universidad de Burgos, muestra las diferencias en el crecimiento postnatal entre neandertales y sapiens, en línea con las últimas  investigaciones publicadas por equipos del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology y la Universidad de Harvard que evidencian diferencias ontogenéticas en el desarrollo craneal y dental.

El Grupo de Paleoecología del CENIEH, liderado por Jesús Rodríguez y el Laboratory for Human Biology Research de la Northwestern University, en Estados Unidos, dirigido por William R. Leonard, también han colaborado en este trabajo que abre camino para estudiar el crecimiento en otras especies fósiles y en otras etapas de la vida.

Extraído de Noticias de laCiencia

Los primeros humanos de América del Norte pudieron convivir con la megafauna.



Mamuts, mastodontes y perezosos gigantes (que vivían en el suelo en vez de en los árboles) eran bestias, hoy extintas, con las que tuvieron que convivir los primeros pobladores humanos de América del Norte, quienes se cree que llegaron allí desde Asia hace entre 15.000 y 18.000 años, en la última Era Glacial.

Así lo confirma un nuevo estudio, basado en la datación de restos óseos de un yacimiento paleontológico peculiar. El yacimiento de Vero Beach es singular por cuanto presenta una notable abundancia de huesos humanos, no sólo fragmentos de enseres usados por humanos, junto con restos de tales bestias extintas, a menudo referidas como megafauna. La megafauna de otras partes del mundo incluyó animales igualmente espectaculares.

El estudio, realizado por el equipo de la antropóloga Barbara Purdy, profesora emérita en la Universidad de Florida y conservadora emérita de arqueología en el Museo de Historia Natural de Florida, resuelve el debate que han tenido durante un siglo los científicos sobre si los restos de humanos y de otros mamíferos encontrados en la localidad de Vero Beach en la década de 1910 corresponden a personas y animales que convivieron realmente en una misma época en la zona. Tras el descubrimiento de los fósiles entre 1913 y 1916, algunos científicos prominentes llegaron a la conclusión de que los esqueletos humanos pertenecían a personas que fallecieron en una época posterior a la de la muerte de esas bestias. No se pudo demostrar que fuesen tan antiguos como los restos de los animales gigantes, ya que no había métodos para una datación fiable.

Los nuevos análisis corroboran que esos humanos en América del Norte coexistieron hace unos 13.000 años con grandes mamíferos ahora extintos, incluyendo a mamuts, mastodontes y perezosos gigantes.

En la investigación también han trabajado Bruce MacFadden (conservador de paleontología de vertebrados en el Museo de Historia Natural de Florida), Krista Church de la Universidad de Florida y la de Texas, y Thomas Stafford (hijo), de Stafford Research Laboratories, en Colorado, Estados Unidos.

Una arqueóloga localiza ruinas egipcias utilizando imágenes tomadas desde el espacio.

Sarah Parcak usa fotografías tomadas por satélites infrarrojos para ubicar vestigios localizados bajo la superficie y ayudar a conservarlos.



Ha sido llamado la Indiana Jones de la vida real, pero Sarah Parcak (quien se describe a sí misma como una "arqueóloga espacial"), dice que Indy no tiene oportunidad de competir contra ella.
“Lo retaría a una búsqueda de lugares arqueológicos y le ganaría”, dice la mujer de 33 años.
Parcak utiliza satélites infrarrojos para descubrir ruinas en Egipto, pirámides, palacios, tumbas y antiguas civilizaciones que fueron enterradas para siempre. Su trabajo es sorprendente y literalmente transforma el campo de la Arqueología. Desde su  laboratorio de investigación en la Universidad de Alabama en Birmingham, Sarah analiza imágenes satelitales del espacio exterior para revelar antiguas estructuras egipcias debajo de la superficie terrestre.
Parcak dice que este sistema satelital de imágenes, llamado “detección remota”, es una especie de ultrasonido espacial.
“Enviamos una señal a un satélite que toma fotos de la Tierra, y registra información de distintas partes del espectro de luz que el ojo humano no puede ver”, dice.
Este año, Parcak y su equipo anunciaron el descubrimiento de 17 pirámides perdidas, más de 1,000 tumbas y 3,000 antiguas estructuras a las afueras de San El Hagar en Egipto. La BBC documentó los descubrimientos realizados por Sarah y su equipo, en un fascinante programa llamado: Egipto: Lo que se yace debajo.
Las imágenes satelitales no son el primer triunfo de Parcak. Asistió a la Universidad de Alabama en Birmingham con su esposo, Greg Mumford, un colega egiptólogo; un par de años antes obtuvo su doctorado en la Universidad de Cambridge. Antes de eso se tituló en Yale. En el 2009, Sarah escribió un libro sobre tecnología satelital, publicándolo como guía metodológica para el campo. Fundó el Laboratorio de Observación para la Salud Mundial UAB, el primer laboratorio satelital remoto en América del Norte enfocado en investigaciones basadas en la salud.
Parcak es prolífica; es una atleta y una ávida jardinera (que dice es lo más cercano a hacer excavaciones fuera de Egipto), y una excelente cocinera.
Parcak sólo ha estudiado una pequeña parte de la superficie, usando imágenes satelitales. Más del 99% del antiguo Egipto no ha sido descubierto y su sueño es poder mapear cada sitio arqueológico del mundo. Pero Parcak dice estar compitiendo contra el reloj; preocupada por los saqueadores y el desgaste de los sitios, está enseñando a más arqueólogos sobre esta nueva tecnología.
“Si logramos mapear todos estos sitios, entonces podremos tener una base de datos masiva que pueda ser utilizada por todo tipo de organizaciones ligadas a la herencia global alrededor del mundo. Y podrán usar la información para protegerlo”, dice Parcak.

Los extremistas musulmanes destruyen la herencia cultural de la antigua ciudad maliense de Tombuctú.



Extremistas musulmanes continuaban destruyendo el lunes el patrimonio mundial de la antigua ciudad maliense de Tombuctú, arrasando tumbas y dañando la puerta de una mezquita de 600 años de antigüedad, a pesar de las crecientes protestas internacionales.
La Corte Penal Internacional ha descrito la destrucción del patrimonio de la ciudad como un posible crimen de guerra, mientras que la comisión de la UNESCO para la herencia cultural mundial se aprestaba a sostener esta semana una sesión especial sobre el saqueo del sitio, uno de los pocos sitios en la lista de la agencia en Africa subsahariana.
La facción islámica, conocida como Ansar Dine ("Protectores de la fe"), tomó el control de Tombuctú la semana pasada luego de expulsar a la facción rebelde Tuareg, que hace tres meses invadió el norte de Malí junto con los soldados de Ansar Dine.
Durante el fin de semana, los combatientes descendían a los cementerios que contenían los restos de los santos sufíes de Tombuctú al grito de "Allah Akbar" y sistemáticamente empezaron a destruir las seis tumbas más famosas.
En entrevista telefónica desde un sitio no revelado en el norte de Malí, un portavoz de la facción dijo que ellos no reconocen a Naciones Unidas ni al tribunal internacional.
"El único tribunal que reconocemos es la divina corte de la Shariah", dijo Oumar Ould Hamaha, portavoz de Ansar Dine.