Las excavaciones de Sotstinent Navarro descubren un foso mucho mayor que los hallados hasta ahora. Los últimos estudios confirman que el recinto amurallado se levantó en el siglo III y no el IV o el V.
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Sobre el área encharcada, un corte muestra los fangos que acabaron rellenando el foso de Barcino. Josep García. |
La investigación del pasado de la Barcelona romana, en plena efervescencia durante la actual legislatura, sigue completando la imagen de la antigua Barcino. Hay más novedades, tras la presentación pública del tramo de la Via Augusta en el mercado de Sant Antoni; para empezar, la excavación frente a la muralla en la calle del Sotstinent Navarro, aún en curso, en la que se ha identificado un gran foso que servía como defensa pero sobre todo como gran cloaca de la ciudad. Es decir, que la monumental Barcino, con un flujo de aguas marrones a cielo abierto al pie de sus murallas, quizá no olería muy bien, pese a su magnífico sistema de aguas y sus numerosas termas.