Un
animal, un asesino en serie, la ira de Dios, toda una retahíla de teorías que
han ido alimentando la historia de la Bestia de Gévaudan
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La Bestia de Gévaudan parecía actuar más por diversión que por necesidad |
Independientemente del
mito y la fantasía que los años y la imaginación hayan podido añadir a esta
figura, existió en la Francia del siglo XVIII, un animal, con matices —ya
veremos por qué—, que volvió loco al pueblo francés gobernado por Luis XV.
Tantos y tan brutales fueron los asesinatos que el rey se tuvo que personar para tomar cartas en el asunto. ¿Cómo
no iba a hacerlo? Gévaudan era un hervidero de espanto, terror y fobia, y eso
repercutía en el buen funcionamiento de las arcas reales, que debían estar
hasta arriba del todo. Por no hablar de los chismorreos que circulaban por las
cortes europeas mofándose del gran ejército que no era capaz de terminar con un
solo animal.