De
las diversas sectas dualistas surgidas a lo largo del siglo XII en Europa
Occidental, la que mayor seguimiento y aceptación alcanzó en Occitania fue la Iglesia de los
buenos hombres, los cátaros. En este artículo repasamos alguno de los aspectos
principales de su doctrina
Persecución y ejecución de los cátaros |
Las comunidades cátaras
- albigenses en el Languedoc, o patarinos en el norte de Italia - fueron grupos
organizados y jerarquizados que predicaban un mensaje de amor, tolerancia y
libertad. Sus miembros, llamados
maniqueos durante la Edad Media, se agrupaban en comunidades mixtas bajo la
autoridad de un obispo, y seguían una vida austera en consonancia con el modelo
apostólico de los primeros cristianos. Entre sus adeptos distinguimos a los
creyentes de los perfectos (buenos
hombres), que practicaban un severo ascetismo que los alejaba del mundo
material mientras predicaban la palabra divina.
Estos misioneros abandonaban sus posesiones al alcanzar el rango y vivían únicamente de la caridad. En líneas generales estas sectas tenían una visión del mundo algo alejada de la ortodoxia católica. ¿Cómo era su imaginario? Nos centraremos en algunos aspectos, pero a grandes rasgos podemos resumirlos en estos puntos: visión dualista del universo, rechazo del Antiguo Testamento, del mundo tangible y de los sacramentos católicos, tampoco aceptaban la naturaleza humana de Cristo, esperaban el Juicio Final y creían en la reencarnación de las almas.
Estos misioneros abandonaban sus posesiones al alcanzar el rango y vivían únicamente de la caridad. En líneas generales estas sectas tenían una visión del mundo algo alejada de la ortodoxia católica. ¿Cómo era su imaginario? Nos centraremos en algunos aspectos, pero a grandes rasgos podemos resumirlos en estos puntos: visión dualista del universo, rechazo del Antiguo Testamento, del mundo tangible y de los sacramentos católicos, tampoco aceptaban la naturaleza humana de Cristo, esperaban el Juicio Final y creían en la reencarnación de las almas.
Expulsión de los cátaros de Carcasona por la cruzada de Simon IV de Montfort. Guerra de los Albigenses 1209-1229. |
1.
Su concepción dual del Universo
Los cátarostenían una
visión dualista del universo. Afirmaban
la existencia de dos principios opuestos, el Bien y el Mal y dos entidades
superiores, Dios y el Demonio. El Dios bueno, el dios verdadero, es el autor del
mundo espiritual, y es Satán – el diablo, el protagonista del Antiguo
Testamento-el que ha creado el mundo terrenal en el que habita el mal. Choca
esta idea con el dogma católico del principio único; un solo Dios, padre todo poderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Para los cátaros la existencia
material solo era un estado transitorio, el hombre debía preparar el camino
para llegar otra vez a Dios purificando su espíritu.Eran creyentes del mito de la caída de los ángeles. Satanás al ser
derrotado en la batalla contra Miguel perdió su lugar en el cielo, sin embargo,
consiguió mediante engaños volver a entrar y atraer aalgunos espíritus con
falsas promesas.
2.
No creían en la humanidad de Cristo
Los cátaros entendían
la figura de Cristo como un ser celestial, un
ángel con apariencia humana enviado al mundo terrenal por el Padre
Celestial con una doble misión: recordarles a los espíritus caídos su lugar de
procedencia y la gloria que habían conocido, y mostrarlesel camino de la
salvación y de retorno al paraíso, esto es, a través del bautismo del espíritu-
el ritual cátaro conocido como el consolament-.
En su naturaleza espiritual se encuentra la explicación a sus milagros, solo
así se entiende que pudiera caminar sobre las aguas y resucitar.
Cruz de Occitania adoptada por los cátaros. |
3.
Transmigración de las almas
Los espíritus que
cayeron del cielo y que se encuentran en este infierno que es la tierra, están
encerrados en el cuerpo corruptible creado por Satán – túnicas de piel-, al
morir el cuerpo, si el difunto no había
recibido el consolament, el espíritu que lo ocupaba, al
abandonarlo, permanecía en el mundo sufriendo hasta que se alojaba en un nuevo
cuerpo. El azar dictaminaba el nuevo huésped;
el cuerpo de una mujer, de un hombre, o incluso de un animal – por eso
eran vegetarianos-. Cualquiera podía ser el nuevo hogar de un espíritu que no
se salvaría hasta que consiguiera ser alojado en una “bella túnica”, es decir,
en un perfecto.
4.
Rechazaban los sacramentos católicos
Al igual que todos los
objetos materiales que la Iglesia veneraba, como la Cruz o las reliquias, los
iconos y los templos – cualquier lugar era válido para escuchar la palabra
divina-, los sacramentos también son
rechazados por los cátaros. No le conceden ninguna importancia al bautismo
ni a la unción de enfermos.
No se reconocía el
matrimonio, los perfectos eran
célibes. Querían distanciarse en lo posible del mundo material y acercarse a lo
espiritual. Esa distancia a lo corpóreo les situaba ante una actitud apática
frente a la vida y dotaba de pesimismo a sus seguidores. Las indulgencias, eran para ellos una forma de extorsión a los
cristianos,y la confesión de los pecados bajo secreto al clérigo católico un
mal hábito que sustituían por confesiones públicas multitudinarias al aire
libre, era el llamado ritual del apparellament.
Dos
ritos sencillos sustituían los sacramentos católicos. El apparellament y el consolament,este último considerado como
el único sacramento cátaro. Era el bautismo del espíritu mediante la imposición
de manos, negando así, el bautismo a través del agua. El consolament cumplía una doble función; abría la puerta de la
Iglesia a los perfectos y liberaba de
los pecados y salvaba el alma de los moribundos.
Bibliografía
Barreras. D, Duran.C. 2012. Breve
historia de los cátaros. Madrid: Ediciones Nowtilus (ISBN:
978-84-9967-294-6).
Dalmau Ribalta,
Antonio. 2002. Elscàtars. Barcelona: Editorial UOC (ISBN: 84-8429-486-2).
Autora| Noemí
García Mariscal
Vía| Ver bibliografía
Imagen| Tourhistoria, Wikipedia,
Pinterest
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