Trajano y Adriano: los emperadores hispanos que marcaron la historia de Roma

Dos destinos entrelazados por la adopción y el poder Imagen ilustrativa e idealizada de Trajano. Trajano y Adriano fueron dos de los emperad...

Un mineral antiguo revela que los océanos se formaron en la Tierra antes de lo pensado.

¿Cómo era la Tierra en su origen? Ésta es una de las cuestiones fundamentales que más intrigan al hombre, y aún más al geólogo. Porque su respuesta está estrechamente ligada a la aparición de la vida, un experimento único que la naturaleza llevó a cabo en nuestro planeta.

La teoría ortodoxa y convencional arguye que la Tierra, en su nacimiento hace 4.600 millones de años, era una bola de magma cuya corteza -la piel de una manzana- se fue enfriando poco a poco hasta hacer posible la vida. Durante el largo eón Hadeico, que duró desde los inicios hasta hace 3.800 millones de años, se cree que el planeta continuaba siendo "un infierno" de temperaturas extremas y grandes mares de lava.

Pero Mark Harrison, de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA), y colegas han adelantado los acontecimientos que establece la teoría dominante. Según publica la revista científica 'Nature', el zircón, el mineral más antiguo de la Tierra y que pertenece al eón Hadeico, narra una historia cronológicamente distinta a la hasta ahora aceptada.

Para intentar conocer en qué condiciones se formaron los zircones hace 4.000 millones de años y así deducir cómo era entonces la Tierra, los investigadores utilizaron el "termómetro de titanio": a mayor temperatura, mayor cantidad de titanio contenido en los zircones. Según estas pruebas, los arcaicos minerales se formaron a unos 700 grados centígrados, una temperatura mucho más baja de lo que habitualmente requieren los minerales para formarse. ¿Cómo fue posible?

Los científicos sólo pudieron hallar una explicación: los zircones fueron enfriados por agua oceánica. Lo que sugiere que en aquellos tiempos remotos la Tierra ya estaba cubierta de mares.

Harrison y su equipo lo comprobaron 'in situ' con zircones de hasta 4.200 millones de edad hallados en Jack Hills, Australia. La prueba del termómetro arrojó los mismos resultados: zircones formados a 700ºC. Pero además, éstos contenían otro mineral, la muscovita, en gran abundancia. La muscovita contiene agua, y de hecho se forma actualmente cuando dos placas tectónicas colisionan y funden la roca. Era una nueva pista con grandes implicaciones.

El siguiente paso fue analizar la cantidad de aluminio presente en los minerales. Esta prueba permite saber a qué presión se formaron los zircones. La respuesta fue, una vez más, esclarecedora: los zircones se formaron a una presión de al menos 7.000 atmósferas; a unos 25 kilómetros de profundidad.

Pero a esa profundidad, el calor debería haber sido tres veces mayor a los 700ºC encontrados. Algo estaba enfriando el calor. "Sólo hay un lugar en el planeta donde puedes hacer magma y el calor es tres veces inferior a la media: las zonas de subducción", dice Harrison.

El estudio concluye que hace 4.000 millones de años, sólo un poco después de su nacimiento, la Tierra ya contaba con una hidrosfera (océanos) y una interacción de placas tectónicas, un fenómeno relacionado hasta ahora con periodos posteriores.
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Extraído de El Mundo

Lévi-Strauss, una de las mentes más importantes del siglo XX, cumple 100 años.

Claude Lévi-Strauss, uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, destacado antropólogo y padre del enfoque estructuralista de las ciencias sociales, que influyó de manera decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura, cumple cien años de vida.

A pesar de su longevidad e intensa actividad intelectual desde antes de la Segunda Guerra Mundial, Lévi-Strauss, miembro de la Academia de Francia desde 1973, goza de buena salud y se mantiene lúcido, como relató a la prensa el director del museo Quai Branly de París, Stéphane Martin. Esta institución alberga un teatro con el nombre del célebre antropólogo.

Francés nacido en Bruselas el 28 de noviembre de 1908, este centenario humanista es hijo de un judío agnóstico de origen alsaciano que le educó en un ambiente artístico, aunque terminó cursando estudios de Derecho y Filosofía en La Sorbona de París.

El autor de 'Mythologiques' ejerció como profesor de esta última disciplina hasta que recibió una invitación de Marcel Mauss, padre de la etnología francesa, para ingresar en el recién creado departamento de etnografía.

Especializado en antropología.

Fue así como se despertó en Lévi-Strauss la curiosidad por una materia en la que desarrollaría una brillante carrera y que le ha concedido un "lugar preeminente entre los investigadores del siglo XX", explicó el profesor de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Díaz Maderuelo.

Su nueva vocación le llevó a aceptar un puesto como profesor visitante en la universidad brasileña de São Paulo, de 1935 a 1939, estancia que le posibilitó llevar a cabo trabajos de campo en el estado amazónico de Mato Grosso y en la Amazonía.

Allí realizó estancias esporádicas entre los bororo, los nambikwara y los tupi-kawahib, experiencias que le orientaron definitivamente como profesional de la antropología, campo en el que su trabajo aún hoy "sigue siendo válido para la mayoría de los antropólogos", señaló Díaz Maderuelo sobre el autor de 'La Pensée sauvage'.

Francia, Nueva York y vuelta a París.

Tras regresar a Francia, en 1942 se trasladó a Estados Unidos como profesor visitante en la New School for Social Research de Nueva York, antes de un breve paso por la embajada francesa en Washington como agregado cultural.

De vuelta a París, fue nombrado director asociado del Museo del Hombre y se convirtió después en director de estudios en la École Pratique des Hautes Études, entre 1950 y 1974, trabajo que combinó con su enseñanza de antropología social en el Collège de France, hasta su jubilación en 1982, al tiempo que dirigía el Laboratorio de Antropología Social.

Hijo intelectual de Émile Durkheim y de Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, es además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.

Tres teorías fundamentales.

Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza,los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos.

La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que, como sostenían algunos antropólogos británicos, con la ascendencia de un antepasado común.

Para Lévi-Strauss, no existe una "diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado", señaló Díaz Maderuelo, pues la mente humana "organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica" y "tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente". Comparten, por tanto, la misma estructura, sólo que aplicada a diferentes cosas.

Respecto a los mitos, el intelectual sostiene desde la reflexión sobre el tabú del incesto, que el impulso sexual puede ser regulado gracias a la cultura. "El hombre no mantiene relaciones indiscriminadas, sino que las piensa previamente para distinguirlas. Desde ese momento ha perdido su naturaleza animal y se ha convertido en un ser cultural", comentó Díaz Maderuelo.

Para Lévi-Strauss, las estructuras no son realidades concretas, sino más bien modelos cognitivos de la realidad que sirven al hombre en su vida cotidiana. Las reglas por las que las unidades de la cultura se combinan no son producto de la invención humana y el paso del animal natural al animal cultural —a través de la adquisición del lenguaje, la preparación de los alimentos, la formación de relaciones sociales, etc.— sigue unas leyes ya determinadas por su estructura biológica.

Extraído de El Mundo

La 'abuela' de todas las tortugas tenía un caparazón incompleto

Ha sido bautizada como 'Odontochelys semitestacea' (es decir, dentona y con medio caparazón). Se trata de la 'abuela' de todas las tortugas. Era asiática, acuática y vivió hace la friolera de 220 millones de años, durante el Triásico tardío, compartiendo el planeta con los dinosaurios. Por lo que los expertos han averiguado de su restos fosilizados, su caparación, tal como le conocemos hoy, aún no existía, aunque ya se le habían ensanchado y fusionado la columna vertebral y las costillas.

Su hallazgo, en la provinvicia de Guizhou (en China) ha ofrecido interesantes pistas sobre el pasado de estos vertebrados y ha echado por tierra teorías muy afianzadas, como la que indicaba que el caparazón se formó de la piel, como los osteodermos (placas óseas o escamas) de algunos dinosaurios.

El equipo científico, formado por chinos, canadienses y estadounidenses, encontró los fósiles de tres ejemplares de esta nueva especie en un estado de conservación excepcional. Incluso conservan todos los dientes, hasta unas piezas primitivas que ya no tienen, restos de un pico y una larga cola.

Hasta ahora, la más antigua tortuga conocida era la 'Proganochelys', de hace unos 210 millones de años, que fue descubierta en Alemania. Esta especie, sin embargo, ya tiene todo su caparazón completo y, por lo que se sabe, era terrestre. Sin embargo, la nueva 'Odontochelys' china posee un claro paso intermedio entre unas estructuras óseas fusionadas y un caparazón, algo que no se había visto hasta ahora.

"Desde 1880 ha habido muchas hipótesis sobre el origen del caparazón de las tortugas y ahora tenemos el fósil que apoya la teoría de que se formó de una extensión de la columna y las costillas, en lugar de placas óseas de la piel", explica Xiao-Chun Wu, del Museo de la Naturaleza de Canadá.

El hallazgo, según los autores del trabajo, que publican en la revista 'Nature' esta semana, confirma también otra teoría: el pastron (la concha inferior de las tortugas) se formó antes que el caparazón superior, un proceso que hoy se observa en la formación de las crías dentro de los huevos.

Los paleontólogos explican esta circunstancia en el hecho de que fueron desde el principio animales marinos, y no terrestres (como sugieren otros fósiles), por lo que el plastron les protegía de los depredadores mientras estaban nadando. Arguyen que si hubieran sido terrestres, no habría necesitado ese protector inferior, puesto que sus vientres darían con la tierra.

Discrepancias científicas

Sin embargo, no todos los expertos en la materia están de acuerdo con estas conclusiones. Robert R. Reisz y Jan J. Head, en un artículo en la misma revista, reconocen la importancia del hallazgo del fósil, el más antiguo conocido de una tortuga, pero difieren sobre la interpretación.

Ambos consideran que "la ausencia de la mayor parte del caparazón superior es una característica asociada a hábitats acuáticos, más que una condición primitiva del animal". Es decir, que habría sido en sus orígenes una tortuga terrestre que se adaptó a vivir en el agua.

No obstante, señalan que "estas antiguas tortugas demuestran el valor de los nuevos descubrimientos de fósiles que pueden cambiar nuestra comprensión de la historia de los vertebrados".
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Extraído de El Mundo

Reabre el Aula X de las Termas de Diocleciano tras treinta años de restauraciones.

El Aula X de las Termas de Diocleciano, una de las estancias más grandes de ese complejo monumental, ha reabierto hoy sus puertas al público tras treinta años de restauración.

Según ha informado en una comunicado la Superintendencia Especial para los Bienes Arqueológicos de Roma, se ha procedido a reforzar la estructura de los muros del Aula X, que se encontraba en un estado precario, debido a "graves fracturas y profundas lesiones".

"La restauración se ha hecho con materiales y técnicas tradicionales" y "con soluciones especialmente dirigidas a la conservación", han agregado los arqueólogos italianos.

Además de las murallas, la gran cúpula del complejo de las Termas ha sido tratada con mezcla de cal hidráulica, al tiempo que para garantizar su seguridad se han puesto redes de protección de malla de acero tratado.

Una sala enigmática
El Aula X de las Termas de Diocleciano -construidas por varios emperadores de la Antigua Roma- es una estancia de ese complejo, cuya función sigue siendo un misterio para los expertos, aunque su lugar central y sus enormes dimensiones hacen pensar que tenía una gran importancia en su época.

Una vez terminadas las labores de restauración, el Aula X, que es la primera etapa de lo que en la actualidad es el Museo Nacional Romano, ha sido dedicada a acoger los vestigios de la arquitectura pública y funeraria de la Antigua Roma.

Dentro del lugar se han situado varias tumbas y sarcófagos, así como dos grandes bañeras: la primera, en mármol amarillo antiguo y la otra, en granito. Además, en los próximos meses se expondrá en el Museo de las Termas de Diocleciano el sepulcro de Macrino, que ha sido excavado recientemente en Vía Flaminia, según ha anunciado hoy el superintendente arqueológico de Roma, Angelo Bottini.

Extraído de ABC

Bon Jovi en acústico, desde New Jersey.

Bon Jovi: “Always”

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Bon Jovi: “Living on a Prayer”

Últimas noticias de La Garma

El broche que se puede ver a la derecha de esta página, de latón y bronce con alma de hierro, cerraba el cinturón de cuero de un joven visigodo de unos 14 años, cuyos restos se hallaron a los pies de la sima que conduce a la galería inferior de lacueva cántabra de La Garma, en Omoño (Ribamontán al Monte). Es uno de los cinco esqueletos de los siglos VII-VIII que se han encontrado en esta cueva. Todos de jóvenes entre los 14 y los veintipocos años y cuya muerte aún es una incógnita, aunque bien pudieron ser depositados allí tras morir de una epidemia, tal y como sostiene el arqueólogo José Ángel Hierro.

Pero nuestro joven visogodo ha dejado un legado excepcional: su broche, cuidadosa y laboriosamente restaurado en el Museo de Prehistoria, y que, según Pablo Arias, codirector de las excavaciones de La Garma junto a Roberto Ontañón, es de lo mejor que se ha encontrado en España en este periodo, por su delicado adorno damasquinado «y por su cruz, que deja en mal lugar las teorías sobre el paganismo tardío en Cantabria».

Las otras dos piezas restauradas recientemente son paleolíticas, halladas en la zona IV de la galería inferior, la más estudiada por ahora de este excepcional lugar: la parte decisiva del yacimiento, con restos paleolíticos tal y como en su día los dejaron sus últimos habitantes hace más de 12.000 años. A lo largo de 300 metros se suceden pinturas, grabados y estructuras artificiales. Los suelos conservan en superficie una asombrosa concentración de decenas de miles de restos de alimentación (huesos, conchas), hogares, industrias, obras de arte mueble del Magdaleniense Medio-Superior e incluso la planta de varias cabañas. Es a la vez una habitación, una cocina y un taller artístico de nuestros antepasados...y está como si sus últimos inquilinos acabaran de cerrar la puerta. Intacto.

Y el producto de su trabajo quita el aliento. La que se puede ver a la izquierda de la serie fotográfica es una placa de hueso recortado hasta darlo la forma de un oso, con un delicado trabajo que incluye la representación del pelaje con detalle casi obsesivo. Es una pieza rara, ya que las figuras de oso no son muy abundantes en el arte mueble. La tercera pieza es otro fragmento de hueso con dos cabezas de cabra grabadas en sus extremos. Estilísticamente es similar a otras ya halladas en el mismo lugar, tal parece que provengan de la misma mano.

La riqueza y excepcionalidad de La Garma, donde se entremezclan ocupaciones que van desde el año 80.000 A.C, (con presencia de neandertales) hasta la Edad Media ha sido un quebradero de cabeza para los arqueólogos y prehistoriadores de la Universidad de Cantabria que han intentado evitar en la galería inferior el fin de todo yacimiento arqueológico: que para comprenderlo haya que destriparle y cuando se acabe ya nada sea igual.

En La Garma no será así. La decisión es preservar ¿Cómo se trabaja, por tanto, sin destruir? Pablo Arias lo explica con brevedad. «Primero hemos trazado un mapa aéreo de la galería inferior, a 1,5 metros de altura, con fotogrametría. Sobre esas fotos hemos dibujado uno a uno todos los restos (huesos, conchas, restos de industria lítica, arte mueble, estructuras) para trazar un mapa exahustivo. En las partes ya analizadas sabemos lo que hay y, en parte, porqué está allí». «Muchas piezas, asegura Arias, las hemos estudiado en la misma cueva, incluso con el microscopio (para detectar huellas de herramientas en los huesos) y luego las hemos devuelto al mismo sitio».

Otras sin embargo, como las que aquí se muestran, se han rescatado para su restauración, pero esa es la excepción. «Aquí se puede hacer porque estamos ante un yacimiento excepcional, y en la galería inferior casi totalmente en superficie, salvo en lo que era la entrada original de la cueva. No hay que excavar, está al alcance de la mano», dice Arias. «Y las siguientes generaciones podrán ver lo que nosotros hemos visto».

25 de noviembre, día contra el maltrato de género.

Reincidentes: “Ay Dolores”
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Bebe: “Malo”
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No hay ninguna razón por la que aguantar: 016