Trajano y Adriano: los emperadores hispanos que marcaron la historia de Roma

Dos destinos entrelazados por la adopción y el poder Imagen ilustrativa e idealizada de Trajano. Trajano y Adriano fueron dos de los emperad...

El tatuaje en el pene, una costumbre prehistórica y dolorosa que persiste.

Decorarse el pene no es tan raro como puede parecer. Las primeras evidencias de dibujos en los genitales datan de la Prehistoria. Desde entonces el hombre no ha dejado de tatuarse el pene. Los tatuadotes aseguran que no es más complicado ni peligroso, aunque "sí más doloroso", que en otras partes del cuerpo. Lo difícil es encontrar a alguien dispuesto a trabajar en los genitales. El pene debe permanecer erecto durante todo el proceso.

Hoy por hoy, la cultura del tatuaje en los genitales se mantiene. Tatuar un pene no es más difícil, ni supone más riesgos que dibujar cualquier otra parte del cuerpo. Si se hace con las "condiciones higiénicas", el "material adecuado" y "sin productos tóxicos" no debe haber problemas de ningún tipo, explica el dermatólogo Carlos González del departamento del hospital de Getafe. Es más, "los genitales cicatrizan muy rápido", añade.

No obstante, alguna vez se pueden producir hematomas porque la dermis es muy fina y la zona está muy vascularizada, comenta el doctor. Hay que ser "muy cuidadoso con la aguja" porque "si pinchas más de la cuenta se rompe la piel, que es muy fina, y se producen borrones", señala José Carlos de Chemical Tatoo.

Caro y doloroso.

Entre los inconvenientes de tatuarse los genitales está el dolor ya que la zona es muy sensible, explica el dermatólogo.

Otras de las dificultades es hallar un tatuador dispuesto a trabajar en el pene. La mayoría se niegan y eso encarece el precio, a veces, hasta lo duplica, nos explica Carmen Carro, portavoz de Tatoo Center. Para dibujarse el miembro viril es necesario mantenerlo erecto. Aunque en la Red circulan rumores de hay quien se ayuda de la viagra, los tatuadores explican que esto puede impedir clavar la aguja y los médicos recuerdan que este medicamento no debe tomarse sin receta.

En la Prehistoria.

Datan del Paleolítico las primeras piezas de arte mueble que representan el falo masculino en erección. La representación de los genitales, masculinos y femeninos, en la Prehistoria eran "motivos más que habituales", recoge un artículo de la 'Revista de Urología' del que es coautor Javier Angulo, jefe de urología del hospital Universitario de Getafe.

En la actualidad el Museo Schloss Hohentubiengen de Tübingen, Alemania, tiene una de las piezas con forma fálica decorada que hacen pensar en la práctica de marcas ornamentales sobre los penes. Esta pieza es de hace entre 44.000 y 30.000 años. El trabajo de Angulo concluye que "en el lenguaje del arte paleolítico hay evidencias para considerar que el engalanamiento fálico a base de marcas, perforaciones y tatuajes fue una práctica posible y harto probable, desde hace más de 10.000 años".

A lo largo de la historia y de la geografía, los tatuajes en el pene, o en otras partes de cuerpo, se han venido repitiendo. Para algunas sociedades eran signo de distinción social, para otras tenían finalidades curativas y estaban relacionadas con la mitología.
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Extraído de Telecinco

Secuenciado el genoma de un humano de hace 4.000 años.

Un equipo internacional de investigadores, liderados por expertos del Museo de Historia Natural de Dinamarca, han logrado secuenciar, por vez primera, el genoma nuclear de un ser humano que vivió hace 4.000 años y pertenece a una cultura, la Saqqaq, que ya está extinguida y fue la primera que llegó a habitar en el Ártico.

Los científicos, utilizando uno de los pelos de un individuo, que se encontraron congelados en Groenlandia, han logrado reconstruir el 80% del genoma de un varón, bautizado como 'Inuk' (hombre, en groenlandés), que vivió al noroeste de este país. Para ello, han utilizado las tecnologías más punteras en secuenciación genómica, parte de ellas en China.

Gracias a este trabajo, se ha podido saber que este primitivo pueblo está más vinculado con las tribus del noroeste de Siberia que con los actuales inuits que viven en el Ártico.

También se han conocido sus características físicas: eran de tez oscura y ojos castaños, tenían una constitución corpulenta, padecían tendencia a la calvicie y al cerumen en los oídos, su grupo sanguíneo era el A positivo y sus dientes frontales tenían forma de paletas. Además, se ha comprobado que estaban predispuestos genéticamente a padecer determinadas enfermedades.

Según publican los científicos en 'Nature', los ancestros de Inuk cruzaron al Nuevo Mundo desde el noreste de Siberia hace entre 4.400 y 6.400 años en una ola migratoria que fue independiente de las de los nativos americanos y los ancestros de los inuit, que llegaron posteriormente.

El autor principal del trabajo, Eske Willerslev, fue también quien dirigió, el año pasado, la reconstrucción del genoma del mamut lanudo, también gracias a su pelo. Pero en aquella ocasión quedaron lagunas debido a que la tecnología aún no estaba perfeccionada.

En esta ocasión, encontró el material, el cabello, en el almacén del propio Museo de Historia Natural, donde estaba almacenado, y congelado, desde hacía 20 años. Gracias a financiación privada, lograron reconstruir el genoma en solo unos meses, con una calidad que, asegura Willerslev, es comparable al de un humano moderno.
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Extraído de El Mundo

Asturias era el auténtico centro del mundo hace 305 millones de años.

El territorio que actualmente conforma el Principado de Asturias soportaba temperaturas tropicales, estaba poblado por grandes bosques que dieron lugar a los depósitos de carbón de la región y era el centro del «supercontinente Pangea» -que configuraba la estructura terrestre- hace 305 millones de años.

Estos son algunos de los datos que ha desvelado la investigación desarrollada por el científico de la Universidad de Salamanca Gabriel Gutiérrez, en colaboración con Arlo Weil, de la Universidad de Bryn-Mawr (Filadelfia), según ha informado la institución académica salmantina.

Las conclusiones y el estudio serán publicados en el próximonúmero de la revista científica sobre geología más antigua del mundo, Journal of the Geological Society of London.

El proyecto desgrana los procesos que dieron lugar a los depósitos de carbón y minerales del Principado de Asturias como consecuencia de la formación de Pangea (compuesto por la unión de todos los continentes conocidos hoy en día), lo que originó la creación de las cuencas mineras asturianas a lo largo de un proceso que dio comienzo hace 305 millones de años y se cerró hace 295.
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El origen del carbón.
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La formación de lo que el científico de la Universidad de Salamanca califica como «supercontinente» está considerada como «uno de los hitos del planeta». Según demuestra Gutiérrez en su estudio, tras la unión de dos continentes se formó un cinturón o sutura localizado en el norte de la Península Ibérica que se doblaría formando una estructura denominada oroclinal, una cadena montañosa en forma de u en cuyo centro se situarían los Picos de Europa.

En la periferia de este sistema montañoso se ubicarían todas las sierras desde la vertiente leonesa hasta las montañas del Cabo Peñas y el Sueve, cerrándose siguiendo el valle del Narcea. Con la formación de esta gran estructura se originaron muchas de las cuencas carboníferas de Asturias junto con rocas más profundas (granitos) y mineralizaciones como la de oro de Boinás, en Belmonte, afirma Gutiérrez.

El trabajo de los investigadores cierra el debate iniciado en el siglo XIX por el geólogo austríaco Suess, con lo que él denominaba como «rodilla astúrica». La tesis dominante hasta la fecha era la de que Asturias había sido un cabo que se empotró en la parte meridional de Pangea.

La investigación de la Universidad de Salamanca se llevó a cabo mediante la utilización de técnicas de paleomagnetismo en diferentes zonas de la comunidad, como en los Picos de Europa, Villaviciosa y Langreo, lo que ha permitido datar cuándo se generó la gran «u» del arco ibero-armoricano que se extiende por Asturias, Galicia, Portugal y Extremadura.
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Extraído de ABC

Pero, ¿dónde estuvo la Sucro romana?

Ningún otro asunto histórico ha despertado tanto interés y ha generado tanto debate como el de la ubicación de la antigua ciudad romana de Sucro. Diferentes municipios de la Ribera se disputan su ubicación y este asunto ha enfrentado a eminentes historiadores desde el siglo XVI. Los recientes hallazgos en Cullera de unas tumbas de época romana de ciudadanos de clase alta, además de la fábrica de salazones y la taberna descubiertas hace años, han confirmado la importancia de "Portum Sucrone" que se ubicaba en esta ciudad. Pero, ¿dónde estaba Sucro?

Tradicionalmente las poblaciones que han defendido esta herencia han sido Alzira, Cullera y Sueca, pero en los últimos años Albalat de la Ribera se ha incorporado a este debate. El hallazgo, a mediados de los años 90, de un poblado datado entre el siglo III y II antes de Cristo (cronología similar a la de Sucro), hace ganar peso a la hipótesis.

Una ciudad antigua en Albalat.

Xavier Vidal y Carmen Martínez realizaron entre 1996 y 1998 unas excavaciones en el núcleo urbano de Albalat en las que encontraron restos de una vivienda y diferentes hogares. Posteriormente, en la zona de l'Alteret de la Vinti-huitena se halló el ángulo de la habitación de una casa que contaba en su interior con un hogar y se documentaron restos cerámicos del siglo VIII antes de Cristo (a. C.).

"Sucro podría haber estado en Albalat por su maravillosa situación geográfica", dice Vidal, quien explica que "el asentamiento estaría en un altozano dominando un punto en el que el Xúquer pasaría a discurrir de forma más regular por un cauce más definido, de fácil acceso". Este arqueólogo cree que la función de Cullera sería "la de Portus de la ciudad de Sucro, que debería estar más hacia el interior como en las grandes ciudades del Mediterráneo".

En cambio, la historiadora cullerense Mª Luisa Chofre, autora de la tesis Las ciudades de Sicana y Sucro. Su localización a partir de las fuentes, defiende que la antigua Sucro se ubicaba en el Alt del Fort de Cullera; situado en lo alto de la montaña y donde se han hallado restos de un recinto ibérico datado entre el siglo IV y III a C. Chofre defiende en su tesis que la mansión Sucronem se situaría en Albalat y el "Portum Sucrone" se corresponde con la Illa dels Pensaments de Cullera.

Esta historiadora también aboga por el alto valor estratégico de Cullera. "Las fuentes escritas que hablan de Sucro transmiten la imagen de un poblado ibérico en altura, un 'oppidum' de gran valor estratégico y comercial", dice Chofre, que recuerda cómo el antiguo geógrafo Estrabón en su descripción del litoral valenciano señaló: "El litoral, desde Cartagena al río Ebro, tiene en medio al río Sucro, su desembocadura y la ciudad del mismo nombre".

Alzira y Sueca pierden fuerza.

Mientras, Alzira y Sueca pierden fuerza. Vidal señala que en estas poblaciones no se han hallado restos arqueológicos "de calado". Por su parte, Chofre cree que los restos arqueológicos hallados en la capital de la Ribera Alta apuntan a que se trataría de una zona de paso en época republicana y que contaría con explotaciones agropecuarias durante el imperio.Aunque Aureliano Lairón, cronista de Alzira y colaborador de Levante-EMV, no descarta la ubicación de Sucro en esta ciudad. Y también hay historiadores clásicos que defienden esta hipótesis como Vicente Peludo y José Mª Parra. La situación geográfica de Alzira, cercana a la Vía Augusta y el hallazgo de cuatro lápidas de época romana en diferentes puntos del municipio respaldan esta idea.

Toni Carrasquer, historiador de Sueca, es el que se muestra más pesimista en cuanto a la ubicación de Sucro en su población natal. "Sin conocer a fondo la temática, apostaría porque Sucro está en los sustratos de Albalat", dice Carrasquer quien descarta Cullera por la evolución geológica de la Albufera. Parece que actualmente ningún historiador defiende la hipótesis de Sueca.

Aunque Toni Carrasquer recuerda que diversos historiadores del XIX, como Juan Bautista Granell y el Pare Amado Burguesa sí apostaron por esta ciudad y aportaron pruebas como la similitud del vocablo Sucro con el nombre de la actual Sueca o la interpretación de diferentes recorridos relatados en los textos antiguos que demostrarían que la antigua Sucro se situaba en la actual partida de la Torreta de Sueca. Además en esta zona se han hallado restos arqueológicos que datan de época romana.
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Extraído de Levante EMV

Un hueso demuestra que el hombre prehistórico riojano cuidaba a los impedidos.

El estudio de un hueso de la Primera Edad del Metal, datado entre los años 2350 y 1900 antes de Cristo, constata la existencia de asistencia social intragrupal en la población prehistórica de La Rioja, lo que indica que el conjunto de la población se ocupaba de las personas impedidas.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por el paleopatólogo y doctor en antropología médica riojano Julio Martínez Flórez, sobre un hueso coxal encontrado en 1979 en el yacimiento dolménico Peña Guerra II, ubicado en Nalda y excavado por Carlos Pérez Arrondo y José María Rodanés.

Martínez Flórez ha indicado a EFE que este hueso, perteneciente a una "mujer mayor" que murió cuando tenía entre veinte y treinta años, tiene una luxación congénita de cadera, que hizo que hubiera una cavidad articular nueva en la cabeza del fémur en plena plana ilíaca, por lo que esta persona tuvo una limitación funcional importante y casi no podía andar.

El estudio constata que ya existían luxaciones congénitas en la época de la Prehistoria y permite determinar algunos aspectos relacionados con la actividad del grupo humano al que pertenece.

Ha insistido en que el hecho de que esta mujer, quien también sufría una artrosis marginal, falleciera cuando tenía entre veinte y treinta años significa que la población a la que pertenecía practicaba una asistencia social, no sanitaria, con las personas impedidas, de lo que no se tenía constancia hasta ahora en La Rioja.

Martínez Flórez ha resaltado que este grupo humano no disponía de una asistencia "sanitaria", dado que si entre sus miembros hubiera habido un "chamán" o un "sanador" especializado, la calidad de vida de esta mujer hubiera mejorado porque este tipo de cavidad articular en el fémur tarda años en hacerse y en aquella época sabían "recomponer" huesos.

El estudio, en este caso, también ha constatado que "la población a la que pertenecía esta mujer en Nalda tenía una actividad sedentaria o, como mucho, un nomadismo parcial cerrado".

Ello supone que el centro del grupo era sedentario y algunos de sus miembros podían practicar el nomadismo en alguna zona cercana a su asentamiento.

"El análisis de este hueso demuestra y constata por primera vez que se trataba, en su gran mayoría, de una población sedentaria porque, de lo contrario, esta mujer hubiera fallecido al no poder mantener el ritmo de una sociedad nómada", ha subrayado.

El informe realizado por Martínez Flórez se presentará en la próxima Reunión Nacional de la Asociación Española de Paleopatología y se remitirá al "Journal of Paleopathology".
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Extraído de EPA

La guerra de los arqueólogos.

Los orígenes de cada pueblo o nación se encuentran en la mitología y no en la historia como ciencia.
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Los arqueólogos e historiadores del mundo antiguo han estado riñendo durante mucho tiempo. La suya, después de todo, no es una ciencia exacta, sino un oficio. Indios y pakistaníes, por ejemplo, han mantenido discusiones encarnizadas sobre la civilización del valle del Indo. Durante treinta años ha habido asimismo una guerra encarnizada entre el arqueólogo bíblico y sus críticos. Era costumbre, hasta hace escasas generaciones, utilizar el Antiguo Testamento como una guía para excavar en Tierra Santa, aunque los escépticos han abundado durante mucho tiempo.
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La escuela de los minimalistas (también llamada la de Copenhague-Sheffield) sostuvo que la Biblia podría ser indudablemente una gran obra literaria y teológica pero que como guía para la antigua Palestina es inútil e incluso susceptible de inducir a error. El rey David, probablemente, nunca existió y el rey Salomón probablemente nunca llegó a construir un grande y espléndido templo.

Los dignatarios religiosos árabes palestinos fueron aún más lejos y afirmaron que no había pruebas de que los judíos hubieran vivido en Palestina; probablemente llegaron en fecha bastante reciente de algún lugar del sur de Rusia. Así, las disputas llegaron a tener una carga notablemente emocional. Un conocido arqueólogo, el profesor estadounidense Albert E. Glock, incluso fue asesinado en circunstancias no del todo aclaradas hoy, un tema para una novela de suspense de Agatha Christie. Las discusiones no siempre siguieron derroteros de naturaleza étnica y política. Respetados arqueólogos israelíes se adscribieron también a la escuela minimalista... Y hubo quienes lamentaron la politización de la arqueología. Porque, si los sionistas decidieron volver a Palestina hace más de cien años, no fue por los reyes David y Salomón, sino porque temían que los judíos europeos fueran asesinados.

Es cierto que ha habido pequeñas comunidades en Palestina desde tiempos inmemoriales y una de las plegarias principales rezaba El año que viene en Jerusalén, pero en último término la remigración (retorno) se produjo por el antisemitismo y por Hitler, no por el rey David.

Sea como fuere, las recientes excavaciones en un lugar intermedio entre Tel Aviv y Jerusalén llamado Kirbet Qeijafa (o She'arayim) están arrojando nueva luz sobre este antiguo debate. Muchos consideran que podría tratarse del descubrimiento arqueológico más importante desde hace décadas. She´arayim, que se menciona en la Biblia (el nombre significa ´casa o pueblo de dos puertas´), es de interés para los arqueólogos porque ninguna otra ciudad poseía dos puertas en aquel tiempo.

No está claro el motivo por el que esta localidad se pasó por alto en las excavaciones de los siglos XIX y XX. Mayor importancia reviste el hallazgo de un ostracon (fragmento de cerámica) en una excavación en el 2008/ 2009 con una inscripción de cinco líneas en una lengua posiblemente protocananea o protohebrea. Como este asentamiento se remonta al siglo X antes de Cristo, se trataría con mucho de la inscripción más antigua; hasta ahora, la inscripción más antigua en hebreo hallada en Palestina databa del siglo VII antes de Cristo. De ser así, esto tendría grandes consecuencias en la arqueología de Oriente Medio y en la datación bíblica y, por supuesto, en la disputa entre los minimalistas y sus adversarios. El profesor Garfinkel, que dirigió las excavaciones, ha subrayado que no es un político y que su especialización profesional fue la muy anterior edad de piedra, en la que no había políticos... She´arayim pertenece a otra época, la temprana edad de hierro. Ahora bien, ¿podría un solo descubrimiento revolucionar nuestra forma de pensar acerca de una cuestión que es objeto de tan encarnizada disputa? Probablemente, no. Sin embargo, tres años antes, el arqueólogo Abraham Biran había encontrado en Tel Dan, en el norte de Palestina, en un fragmento de piedra otra inscripción que se remontaba al siglo IX en la que se mencionaba la "casa de David", la única que se ha encontrado de tales características. Los arqueólogos minimalistas no estaban convencidos: ¿tal vez podía ser otro David y otra casa? Pero en la medida en que aparezcan más pruebas, aumenta la probabilidad de que los israelitas hubieran vivido en esta parte del mundo.

Pero eso aún no significa que el texto del Antiguo Testamento deba tomarse excesivamente al pie de la letra. Los orígenes de cada pueblo o nación se encuentran en la mitología y no en la historia como ciencia, pero generalmente suele haber un núcleo basado en datos objetivos... Esto no significa que David y Salomón fueran grandes reyes gobernantes de grandes imperios. Lo más probable es que fueran jefes locales. Pero esto significaría que las historias bien conocidas por la humanidad a lo largo de los últimos dos milenios no son sólo invenciones literarias.

Las excavaciones en She´arayim-Qeijafa se reanudarán en junio. No solucionarán el conflicto palestino-israelí. Ni siquiera, tal vez, la polémica entre minimalistas y sus críticos. En este campo siempre cabe encontrar razones para dudar. Sin embargo, las excavaciones se seguirán con gran interés mucho más allá de los confines de la arqueología bíblica.
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Extraído de La Vanguardia

«La Inquisición de Llerena fue la más agresiva de todo el reino».

Fermín Mayorga es natural de Cheles, tiene 43 años y en la actualidad ejerce profesionalmente de cocinero en Madrid. Desde hace cinco años lleva investigando la Inquisición de Llerena en el Archivo Histórico Nacional, así como en el Archivo de Simancas. Un trabajo que le ha servido para firmar artículos en diversas publicaciones y revistas especializadas. Ahora todos esos conocimientos los está trasladando por toda la región a través de conferencias que imparte en diversas localidades. Hace unos días estuvo en Villanueva de la Serena, y allí reflexionó sobre el Santo Tribunal.

-¿Qué le llevó a adentrarse en el estudio de la Santa Inquisición y de los herejes?

-Me llevó el hecho de comprobar que el tema no está tratado profundamente en Extremadura. La Inquisición de Llerena es la gran desconocida para los extremeños. Nos hemos ocupado más de investigar América, las órdenes militares, castillos o imágenes y hemos dejado de lado una realidad histórica que durante casi cuatro siglos convulsionó a la sociedad extremeña. Por ello, me surgió el interés por descubrir los trágicos acontecimientos que les tocó vivir a miles de extremeños, que solo por pensar de forma diferente se vieron obligados a comulgar con ruedas de molino.

-¿Cree entonces que hay en Extremadura un deseo por no remover todo lo que rodea a la Inquisición?

-No lo creo así, aunque lo cierto es que hoy por hoy es una de las asignaturas pendientes de la Universidad de Extremadura. Carecemos de jóvenes que hayan optado por preparar una tesis doctoral sobre el tema o investigadores dispuestos a dar a conocer los autos de fe celebrados en la villa de Llerena y todo lo que ocurría en los mismos. También echo en falta un estudio profundo de las abundantes comunidades moriscas y judaizantes diseminadas por toda la región, y que junto con las brujas, bígamos, sacerdotes solicitantes y otros herejes, le dan a la Inquisición de Llerena un papel relevante en su momento, que propició que el miedo y el terror campara a sus anchas por todas las villas extremeñas.

-El tribunal de la Santa Inquisición de Llerena, ¿qué fama tenía a nivel nacional?

-La Inquisición de Llerena tenía fama de ser de las más agresivas del reino. En definitiva su fama respondía a la que tenían todos los tribunales del reino. Es decir, la población sabía que caer en las redes de la Inquisición era condenar al reo, posiblemente, a ser quemado en la hoguera, a galeras, a ser internado en las cárceles secretas de dicho tribunal, a que se le confiscasen sus bienes, a ser torturado en la cámara del tormento y a que toda su familia presente y futura sufrieran una de las mayores torturas psicológicas, como era la deshonra, por haber tenido en su núcleo familiar un familiar hereje.

-¿En qué ciudades de la comunidad autónoma se 'cebaron' más?

-Una de ellas fue Fregenal de la Sierra, donde fueron condenados más de 1.000 vecinos. En esta localidad existía una importante comunidad judaizante la cual fue prácticamente aniquilada entre 1491, y 1497. También se cebaron en Alburquerque, población que tenía un gran numero de seguidores de la ley de Moisés y donde la Inquisición tuvo que hacer dos autos de fe exclusivos para los habitantes de esta población que abrazaban el judaísmo. Lo mismo ocurría en Cabezuela del Valle, y otras muchas villas extremeñas donde los seguidores del Antiguo Testamento sufrieron el escarnio cruento del tribunal. En cuanto a poblaciones con comunidades moriscas, Hornachos fue quizás la más perseguida por el gran número de sus miembros, donde prácticamente la totalidad de la población eran seguidores de Mahoma. Pero hay que decir que la Inquisición de Llerena no fue capaz de acabar con dichos seguidores de Alá en esta villa, y como último recurso el Rey ordenó la expulsión de todos los moriscos del reino en 1609, siendo prácticamente en su totalidad los vecinos de Hornachos expelidos de su pueblo y tierra natal. También se expulsaron de otras poblaciones como Magacela, Benquerencia, Mérida, Puerto de Santa Cruz, Villanueva de la Serena, Zafra, así como otras muchas comunidades moriscas más pequeñas diseminadas por muchísimos pueblos de Extremadura.

-¿A quién persiguió más la Inquisición en Extremadura?

-Las dos comunidades más perseguidas fueron los moriscos y la judaizante, sobre todo la primera, porque los miembros de dicha comunidad solían ser los ricos de la población, mercaderes, hombres de negocios, los cuales tenían unas muy buenas haciendas. Aquí encontró la Inquisición una veta económica importantísima para llenar sus arcas. Y es que a todos los reos condenados se les confiscaban sus bienes, se les quitaban sus haciendas, casas, tierras, así como el dinero que tuvieran. De esta forma, el Santo Tribunal mataba dos pájaros de un tiro, ya que por un lado no dejaba que fraguasen otras formas de pensar y propiciaba el avance de ciertas espiritualidades religiosas, a la vez que, con la usurpación de los bienes de los reos, aumentaba sus ganancias el fisco real y el propio tribunal eclesiástico. También fueron bastantes brujas las condenadas, la mayoría de ellas asentadas en pueblos cercanos a la raya de Portugal. En base a los expedientes inquisitoriales que he consultado, tengo que decir que si en Extremadura hay localidades a las que se le debería denominar 'pueblos de brujas', al menos documentalmente, esas villas serían Jerez de los Caballeros y Fregenal.

-¿Recuerda algún caso curioso que se juzgara o qué le haya llamado la atención en su investigación?

-Hay muchos casos curiosos. Me acuerdo de un obispo condenado por practicas homosexuales con uno de sus pajes y un sobrino de éste en Berlanga y Campillo de Llerena. También destacaría el caso de un convento de Badajoz, donde las monjas llevaron al Obispo un niño recién nacido parido por una monja y cuyo padre era el chantre de la catedral de Badajoz. O el caso curiosísimo de la clériga de Zafra, un sacerdote de dicha ciudad al que la población conocía con dicho nombre. Un sacerdote que era hermafrodita y tenía los dos sexos, aunque tenía más desarrollado el femenino que el masculino, por lo que fue condenado por la Inquisición de Llerena por usar la parte activa de éste. Sus cómplices fueron dos jóvenes extremeños, uno de Almendral y otro de Bancarrota, los cuales tuvieron que declarar ante la Inquisición diciendo que cuando practicaban sexo con la clériga de Zafra lo hacían como si lo hicieran con una mujer, porque este sacerdote tenía natura de mujer.

-En cuanto a las condenas, ¿eran muy crueles?

-Entre las más crueles estaba la de ser condenado a la hoguera, a remar a las galeras de su majestad sin sueldo, a ser azotados con 200 latigazos y, sobre todo, las torturas. En la cámara del tormento de la Inquisición, situada siempre en los profundos sótanos del palacio de la Inquisición para que el resto de reos no escucharan los gritos de dolor del torturado, se vivieron escenas de verdadero terror. Cuento esto así como suena, porque los documentos inquisitoriales que he consultado hablan por si solos. En ellos he descubierto a personas a las que se le han roto brazos o piernas durante las torturas, o que se han suicidado de desesperación lanzándose el reo aun pozo común con pilar que se encontraba dentro de los corrales de las cárceles del tribunal. Allí los reos salían a asearse. Otra de las torturas, denominada 'la toca', consistía en dar a ingerir a un grupo de condenados vinagre, lo que suponía su muerte a los tres días a consecuencia de dicha ingesta. Todo un verdadero calvario.

-¿En qué líneas ha centrado ahora su investigación?

-Sobre todo en la línea de las comunidades moriscas de Extremadura. Hay que recordar que el próximo 2009 se celebran los 400 años de la expulsión de los moriscos de Extremadura y nuestra comunidad autónoma tiene mucho que decir al respecto. Sería una verdadera pena que el próximo año, tanto la persecución contra los moriscos en esta región como su posterior expulsión pasasen desapercibidos por no haber investigadores extremeños preocupados por el tema. Razón más que suficientemente para que las líneas abiertas en mí frente de investigación caminen por estos derroteros y, junto con otros investigadores, pudiéramos dar a conocer las persecuciones represivas puestas en marcha por la Inquisición de Llerena contra miles de hombres y mujeres de Extremadura cuyo delito fue pensar de forma diferente.
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Extraído de HOY