El
Rey de los Ladrones se quitaba los zapatos, pasaba como Pedro por su casa,
echaba el cerrojo y parapetaba la puerta para, como dijo en su día, «no ser
molestado por los importunos»
En la foto, un miembro de los Apaches, una tendencia socio-criminal que atemorizó Francia, según algunos, desde comienzos del siglo XX |
Monarca de voleurs, majestad de cacos y emir de
rateros. Ese era Delarne, el Rey de los Ladrones para la prensa francesa de la
época. Pero no trotaba ni gota de sangre real por las venas de este obrero
tranquilo y elegante que pasó casi 14 de
sus 27 años dedicándose al ladronicio por Seine et-Oise, en París. Con
sorna, él mismo se definió de la siguiente manera para los gendarmes que le
echaron el guante en 1904: