Trajano y Adriano: los emperadores hispanos que marcaron la historia de Roma

Dos destinos entrelazados por la adopción y el poder Imagen ilustrativa e idealizada de Trajano. Trajano y Adriano fueron dos de los emperad...

Descubren los restos de una basílica romana en Astorga.



Los trabajos arqueológicos previos a la rehabilitación del Teatro Manuel Gullón de Astorga (León) han sacado a la luz unas estructuras de época romana que podrían corresponder con una basílica.
Las excavaciones desarrolladas en las últimas semanas han sacado a la luz los restos de una construcción romana monumental, conformados por una exedra de planta semicircular y los restos de las cimentaciones de dos columnas in antis.
Las estructuras halladas parecen corresponder con un edificio de tres naves de planta basilical que cerraría el pórtico del foro romano de Astorga en su zona este.
De este modo, los nuevos restos descubiertos ayudarán a mejorar el conocimiento que se tiene de las grandes estructuras públicas que albergaba el recinto de la antigua Asturica Augusta, y la configuración del área del Foro asturiciense.
Extraído de Arqueoscience

La Edad de Hierro quedará al descubierto en los Vilars de Arbeca.

El avanzado estado de las excavaciones que lleva a cabo la Universidad de Lleida ha convertido la fortaleza en un atractivo turístico de la comarca de Les Garrigues.


¿Cómo eran las casas en la Edad del Hierro y que relación tenían con el recinto fortificado? Es una de las preguntas que se podrá empezar a responder este mismo mes gracias a los trabajos de excavación que han empezado esta semana en los Vilars de Arbeca, un yacimiento íbero único en Europa por sus características y su estado de conservación. Una labor que el Grupo de Investigación Prehistórica de la Universitat de Lleida (UdL) inició en 1985 y que ha sido muy intensa en la última década, hecho que permite poder pasearse y volver al pasado de la fortaleza.
“Estamos trabajando en la fase fundacional, hecho que le añade un interés especial que sólo se puede realizar en algunas zonas de la fortaleza”, explica el director de las excavaciones y catedrático de Prehistoria de la UdL, Emili Junyent. Los trabajos pondrán al descubierto la relación de las casas con la muralla contigua que, entre otros aspectos, estaban caracterizadas por tener una gran estancia o vestíbulo. Cabe destacar que, hasta el momento, los vestigios más antiguos que se han encontrado de la época –siglo VIII a.C.– provienen de los Vilars, hecho que da aún más relevancia a la actual campaña.
Los trabajos actuales, que concluirán con la realización de un curso de estudiantes que se organiza cada año en el marco de la Universitat d’Estiu de la UdL, se reprenderán en otoño con otra de las intervenciones más importantes. Se trata de la restauración de uno de los pocos tramos de muralla aún pendiente: la vertiente noreste donde precisamente ahora se excavan las casas. El ritmo de trabajo de este año ha empezado a paralizarse y la tendencia de futuro es, como mínimo, incierta. “Esta dinámica está en peligro”, sentencia Junyent, aunque apunta que si la crisis frena las excavaciones, el yacimiento no se resentirá porque se ha avanzado mucho respecto a la restauración, acondicionamiento y museización del espacio.
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El cambio climático ya se "cobró" una civilización.


Un nuevo estudio que combina las últimas evidencias arqueológicas con las últimas tecnologías de la geociencia, han demostrado que el cambio climático fue un ingrediente clave en el colapso de las civilizaciones de hace 4.000 años. El estudio también resuelve el debate que lleva tanto tiempo abierto sobre el origen y el destino del Sarasvati, el río sagrado de la mitología hindú.
Se extiende más de 1 millón de kilómetros cuadrados a través de las llanuras del río Indo, desde el Mar Arábigo hasta el Ganges, a través de lo que es ahora Pakistán, el noreste de India y el este de Afganistán, la civilización hindú es la más antigua - al menos que sepamos-, de las primeras culturas urbanas, que también incluye Egipto y Mesopotamia. Sus contemporáneos, los Harappanos, vivían cerca de las riveras para aprovecharse de la fertilidad de esas zonas.
"Hemos reconstruido la dinámica del paisaje de la llanura donde se desarrolló la civilización del Indo de 5200 años atrás, cómo construyeron sus ciudades, y poco a poco se desintegraron entre 3900 y 3000 años atrás", explica Liviu Giosan, un geologista de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y autor principal del estudio publicado sobre el fin de estas culturas.
Hoy en día, numerosos restos de los asentamientos de los Harappanos están localizados en la región desértica, lejos de cualquier río fluvial. En contraste a Egipto y Mesopotamia, que han seguido unos cánones clásicos de desarrollos, esta cultura en el sur de Asia con una población que ocupaba el 10 por ciento de la población mundial, fue totalmente olvidada sobre 1920. Desde entonces, una oleada de investigaciones arqueológicas en Pakistán y la India ha descubierto una cultura urbana sofisticada, con multitud de rutas comerciales internas y bien establecidos los enlaces marítimos con Mesopotamia, estándares en la construcción de edificios, sistemas sanitarios etc.
"Consideramos que es el momento de que un equipo de científicos interdisciplinarios contribuyan al debate sobre cuál fue el destino de esa gente" ha añadido.

Investigación multicultural de 5 años.

La investigación ha sido llevada a cabo entre 2003 y 2008 en Pakistán, desde la costa del océano Arábigo hasta los fértiles valles de Punjab y el norte del desierto de Thar. El equipo internacional incluye científicos de EEUU, Inglaterra, Pakistán, India y Romanía. Todos expertos en geología, geomorfología, arqueología y matemáticas. Combinando imágenes por satélite y datos topográficos, los investigadores han analizado mapas digitales de las zonas cercanas al Indus y a los ríos vecinos.
"Una vez teníamos esta nueva información sobre la historia geológica, hemos podido reexaminar todo lo que ya sabíamos sobre los yacimientos, lo que plantaban y cuándo, y cómo iba cambiando todo lentamente" explica el co-autor, Dorian Fuller, arqueólogo de la Universidad de Londres.
El nuevo estudio sugiere que el descenso en las lluvias del monzón llevó a la dinámica de los ríos debilitados, y ocupó un puesto crítico ya que los Harapanos se servían de esta gran cantidad de agua para cuidar de sus excedentes alimenticios lo que acabó por llevarles a su desaparición.
Entre las características más llamativas es que los investigadores identificaron unallanura en forma de montículo, de 10 a 20 metros de altura, más de 100 kilómetros de ancho y la ejecución de casi 1000 kilómetros a lo largo del Indus, que ellos llaman el "Indo mega-canto", construido por el río que se purgó de sedimentos a lo largo de su curso inferior.
"A esta escala, nada parecido ha sido descrito alguna vez en los libros de geomorfología" dice Giosan. Esta cordillera es un indicador de la fortaleza de los paisajes, ya que en vez de haber sido enterrados por los sedimentos, los restos de la civilización siguen estando visibles.
Asignado en la parte superior de la vasta llanura del Indo-Ganges, los datos arqueológicos y geológicos muestra en cambio, que los asentamientos florecieron a lo largo del Indo desde la costa hasta las montañas frente al Himalaya, como los monzones débiles y reducido la escorrentía procedente de las montañas domado la naturaleza del Indo y sus Himalaya suficientes para permitir que la agricultura a lo largo de sus bancos afluentes.
En otro hallazgo importante, los investigadores creen que han resuelto una larga controversia sobre el destino de un río mítico, el Saraswati. Los Vedas, las antiguas escrituras indias compuestos en sánscrito más de 3000 años atrás, describe la región al oeste del Ganges, como la ladera de siete ríos. Fácilmente reconocible es el Indus y sus corrientes, pero el Sarasvati está perdido.

El descenso de las lluvias, la causa principal de su desaparición.

Basándose en estas descripciones, se cree que el Sarasvati fue alimentado por los glaciares perennes en el Himalaya. Hoy, el Ghaggar, un río intermitente que fluye únicamente durante los monzones fuertes y que se disipa en el desierto, es lo que parece la localización exacta de la mítica Sarasvati, pero es el origen del Himalaya.
Las evidencias arqueológicas apoyan que Ghaggar-Hakra es la localización con los asentamientos más duraderos durante los tiempos de los Harapanos. Las evidencias geológicas demuestran que los ríos eran un elemento importante y de gran actividad en esta región, pero sobre todo durante el monzón.
Hace 3900 años, los ríos en los que los Harapanos se habían instaurado tenían vías de escape hasta el Ganges, donde las lluvias del monzón no afectaban tan devastadoramente.
"Quizás sea por esto por lo que podemos hablar del cambio de la cultura a unas formas de economía más localizadas basadas en el secano" dice Fuller. "Esto podría haber producido pequeños excedentes, lo que no habría sido beneficioso para las ciudades".
Este sistema no fue favorable para la civilización del Indo, que había sido construida sobre los excedentes de las cosechas de parachoques a lo largo del Indus y los ríos Hakra Ghaggar-en épocas más húmedas. Esta dispersión de la población significa que ya no había una concentración de fuerza de trabajo para apoyar el urbanismo. "Así las ciudades se derrumbaron, pero las pequeñas comunidades consiguieron subsistir" y así llegar a lo que es ahora, explica Fuller.
Extraído de El Economista

Aprobado provisionalmente el plan especial de protección del Real Alcázar.

El programa está destinado a catalogar los activos patrimoniales del conjunto palaciego y de todo su entorno urbano, estableciendo para el barrio de Santa Cruz y su área de influencia los diferentes grados de protección.

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La junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado este jueves, de forma provisional, el documento del Plan Especial de Protección del Sector 6 del Conjunto Histórico de Sevilla: Real Alcázar. Este instrumento de planeamiento, promovido por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial, está destinado a catalogar los activos patrimoniales de este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad y de todo su entorno urbano, estableciendo para el barrio de Santa Cruz y su área de influencia los diferentes grados de protección que habrán de regir para cada alineación o inmueble y las intervenciones admitidas en cada finca.
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Con la aprobación provisional del documento, según han informado fuentes municipales, han sido desestimadas las alegaciones formuladas al respecto por la Delegación de Economía y Hacienda en Sevilla, perteneciente a la Administración del Estado. El documento de aprobación provisional, de cualquier modo, será ahora elevado a las consejerías de Cultura y Deporte y de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, al objeto de que dichos departamentos emitan sus preceptivos informes en materia de patrimonio histórico y de planeamiento urbano.
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El plan especial del Real Alcázar.
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Este plan especial de protección, destinado a delimitar con exactitud, dentro de la trama urbana del histórico barrio de Santa Cruz, el recinto primigenio del Real Alcázar, identifica aproximadamente 90 fincas concretas afectadas por la protección de Bien de Interés Cultural (BIC) y las condiciones y regulaciones que pesan sobre cada una de ellas.  
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El documento en cuestión, redactado por los arquitectos Rafael Bermudo y Vicente Llanos, ejerce su influencia sobre un entramado urbano que comprende al norte hasta la plaza del Triunfo, la calle Joaquín Romero Murube y la Plaza de Alfaro; al este hasta la calle Mariscal, al sur hasta la avenida de Menéndez y Pelayo, la antigua Pasarela y la calle San Fernando, y al oeste hasta la calles San Gregorio, Mariana de Pineda, Deán de Miranda y la Plaza de la Contratación. Este plan especial, así, determina los diferentes grados de protección que habrán de regir para cada alineación o inmueble y las intervenciones admitidas en cada finca.
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Extraído de Diario de Sevilla

Localizan la evidencia arqueológica más antigua de la presencia judía en la Península Ibérica.



Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Jena (Alemania) ha localizado una inscripción del siglo IV d.C. que a día de hoy es la evidencia arqueológica más antigua de la presencia judía en la Península Ibérica.

Entre los restos de una villa romana cercana a la aldea de São Bartolomeu de Messines (Portugal), los arqueólogos alemanes han descubierto una placa de mármol, de 40 por 60 centímetros,  en la que puede leerse el nombre  hebreo de Yehiel, seguido de otra serie de letras cuyo significado aún no ha podido ser descifrado.

Los investigadores han explicado que la inscripción podría tener un carácter funerario y que, gracias a las dataciones aportadas por los materiales orgánicos localizados junto a ella, podría fecharse alrededor del año 390 d.C.

La evidencia arqueológica más antigua que se conocía hasta ahora de la presencia judía en Portugal también era una inscripción funeraria, en ese caso escrita en latín y con la imagen del ‘menorah’ (candelabro de siete brazos) que fue realizada a partir del año 482 d.C. Las primeras inscripciones en hebreo que se han documentado de forma más generalizada datan de los siglos VI y VII.

Los investigadores reconocen que sólo tras un amplio estudio consiguieron averiguar que la inscripción se había realizado en hebreo, y es que, a lo inusual del hallazgo, se sumaba el trazo poco cuidadoso con el que se había tallado.

Dennin Graen, el director de los trabajos de excavación, ha explicado que la pista definitiva para dar con el significado de la inscripción vino de España. “Jordi Casanovas, del Museo Nacional de Arte de Cataluña, un experto en inscripciones hebreas dela Península Ibérica– nos aseguró que el nombre judío Yehiel se podía leer claramente, un nombre que ya se menciona en la Biblia”.

Llama la atención la fecha tan temprana en la que se realizó la inscripción.  En el Imperio Romano, en ese momento, los judíos solían escribir en latín, ya que temían medidas represivas. Será tras la caída de la supremacía romana, con las migraciones germánicas de los siglos VI y VII, cuando el hebreo vuelva a tener un uso más generalizado entre esta población.

Otro de los aspectos llamativos del hallazgo es el lugar en el que se ha realizado. Nunca antes se habían documentado evidencias hebreas en una villa. Los investigadores se muestran sorprendidos ante el hallazgo de evidencias de la cultura romana y la hebrea en un yacimiento de este tipo, mostrando que conviven en una zona rural. “Pensábamos que algo como esto habría sido mucho más probable en el contexto de una ciudad”, asegura Graen.

El director de los trabajos asegura que la información que se tenía de la población judía en la región provenía de fuentes documentales. De este modo se sabe que durante el concilio eclesiástico celebrado en la ciudad de Elvira, alrededor del año 300, se decidieron lasnormas de conducta entre judíos y cristianos.

“Esto indica que en este momento ya debía de haber unnúmero relativamente grande de judíos en la Península Ibérica”, explica Graen, pero la evidencia arqueológica de esta presencia se había perdido.

“Sabemos que en la ciudad de Silves, no muy lejos del yacimiento que excavamos, había una comunidad judía en la Edad Media, que se desarrolló hasta que tuvo lugar la expulsión de los judíos en 1497.”

El proyecto de la universidad alemana tiene como objetivo averiguar cómo habían vivido loshabitantes del interior de la provincia romana de Lusitania, y es que, tal y como explican los responsables de la excavación, mientras que la región de la costa portuguesa se ha estudiado de forma más exhaustiva, el interior no ha recibido tanta atención.

Extraído de Arqueoscience

La desigualdad sexual y social se remonta a 7.000 años.



La desigualdad social y también la que sitúa al hombre y a la mujer en un plano diferente se remonta a hace 7.000 años, casi en los inicios del Neolítico, el momento en el que la Humanidad se asentó en el territorio para dedicarse al cultivo de la tierra. Así lo confirman los esqueletos demás de 300 agricultores primitivos, que se han encontrado en Europa central.
Un equipo de investigadores británicos, de las universidades de Bristol, Cardiff y Oxford, han demostrado, gracias a estos restos, que los que fueron enterrados con sus azadas tenían mejores tierras que los que no las tenían, que eran, precisamente, las hembras.
El trabajo, que se publica en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS) esta semana, bajo la coordinación del profesor Alex Bentley, se centraron el estudio de las piezas dentales de 300 individuos diferentes, encontrados en siete yacimientos diferentes del centro del continente.
Para determinar su lugar de origen, los investigadores realizaron análisis de los isótopos de estroncio que tenían. Fue así como determinaron que los varones con azadas de piedra (que usaban para allanar y tallar la madera) tenían menos variables en esos isótopos que los que no las tenían. Para Bentley esta diferenciación sugiera que los primeros tenían acceso a tierras más cercanas y mejores que los segundos.
"Los hombres enterrados con las herramientas parecen habersealimentado de productos de zonas de sedimentos, más productivas, que eran las elegidas por los primeros agricultores", afirma el profesor de Bristol.

El tejido más antiguo encontrado en Rusia tiene nueve mil años.

Los científicos rusos consiguieron establecer la antigüedad del trozo de tejido encontrado en la cueva Puerta del Diablo en la región de Primorie, en el Lejano Oriente de Rusia.


Sus restos fueron descubiertos durante las excavaciones arqueológicas realizadas por investigadores del Instituto de Historia, Arqueología y Etnografía de los pueblos del Oriente Lejano de la Academia de Ciencias de Rusia en los años setenta. Sin embargo, hasta ahora no se habia podido determinar la antigüedad del hallazgo que resultó ser uno de los tejidos más antiguos creados por el hombre. Gracias a los novísimos métodos de análisis, los científicos averiguaron que la pieza tiene casi nueve mil años.

Los arqueólogos decidieron iniciar las excavaciones en la cueva después de que los vecinos encontrasen allí huesos humanos. La directora de la expedición del Instituto de Historia, Arqueología y Etnografía de los pueblos del Oriente Lejano, y doctora en historia, Zhana Andréeva, explica a la emisora La Voz de Rusia que en el neolítico dentro de la cueva había una vivienda de madera que se quemó en un incendio. El fuego quemó a los habitantes de la vivienda dejando solo algunos restos carbonizados.

Los antropólogos rusos estudiaron los restos humanos encontrados y definieron a los hombres de la Puerta del Diablo como mongoloides del norte. De su población se conservaron restos de las esterillas que, por lo visto, cubrían el suelo. Mezclados con ellos se encontraban restos de redes y tejidos.

El hallazgo del tejido más antiguo en Primorie llegó a nuestros días debido a una tragedia, explicó la investigadora:

—En Primorie los tejidos se conservan solo en estado carbonizado porque los suelos aquí son muy agresivos; hacen desaparecer huesos, conchas... Solo los restos orgánicos carbonizados pueden permanecer a salvo.

En el momento del hallazgo los arqueólogos determinaron que la edad aproximada de los restos encontrados era de entre cinco a siete mil años. En aquel entonces, el método de la datación por radiocarbono todavía no existía, mientras otros métodos podían conducir a la destrucción del tejido antiguo. Recientemente los científicos rusos del Instituto de Geología de la Academia de Ciencias sometieron los restos de la cueva a la espectrometría de masas, una técnica experimental que permite analizar con gran precisión la composición de diferentes elementos químicos e isótopos atómicos y datar los restos arqueológicos sin dañarlos. Resultó que el material encontrado en la Puerta del Diablo tiene unos nueve mil años. Son unos de los restos textiles más antiguos encontrados en Asia Oriental. Además se pudo constatar que el procedimiento que utilizaban para tejer en esta región se diferenciaba radicalmente de la del Oriente Próximo. El experto del Instituto de Historia, Arqueología y Etnografía de los pueblos del Oriente Lejano, Alla Garkovik, señala:

El telar era más primitivo, los hilos de la urdimbre y de la trama no se cruzaban, sino se entrelazaban.

El hallazgo del textil del Neolítico en el Oriente Lejano ruso modifica la historia de la artesanía. Resulta que en Asia Oriental los primeros en crear los tejidos fueron los cazadores y pescadores, comunidades más primitivas que las del Oriente Próximo donde en aquella época ya se conocían la agricultura y la ganadería. Los especialistas destacan que el oficio de tejer es muy antiguo, uno de los primeros practicados por el hombre.

Extraído de La Voz de Rusia