La ciudad de Roma sirvió como modelo para la fundación del resto de
ciudades del Imperio
Roma se convierte en
una gran potencia y como tal va a ir conquistando
ciudades, anexionando y remodelando asentamientos
antiguos teniendo en cuenta su posición estratégica, ya que las ciudades nuevas
eran erigidas en zonas donde los romanos pudieran controlar rutas comerciales y
enclaves importantes como zonas mineras o agrícolas.