El cráneo descubierto en 1972, combinado con la nueva mandíbula inferior; se cree que ambos pertenecen a la misma especie homo. |
Para un ojo no habituado se trata sólo de unos fragmentos petrificados de personas. Pero estos restos de homínidos fueron enterrados hace casi dos millones de años en lo que hoy es el lago Turkana, en el norte de Kenia. Y para la prestigiosa paleontóloga Meave Leakey, estos tres fósiles (de un cráneo y dos mandíbulas) suponen todo un hallazgo, pues ofrecen nuevos detalles sobre la evolución de la especie humana desde hace 1,78 millones de años hasta 1,96 millones de años en el este de África. Los detalles de este nuevo estudio se publican esta semana en la revista 'Nature'.