Trajano y Adriano: los emperadores hispanos que marcaron la historia de Roma

Dos destinos entrelazados por la adopción y el poder Imagen ilustrativa e idealizada de Trajano. Trajano y Adriano fueron dos de los emperad...

El tatuaje en el pene, una costumbre prehistórica y dolorosa que persiste.

Decorarse el pene no es tan raro como puede parecer. Las primeras evidencias de dibujos en los genitales datan de la Prehistoria. Desde entonces el hombre no ha dejado de tatuarse el pene. Los tatuadotes aseguran que no es más complicado ni peligroso, aunque "sí más doloroso", que en otras partes del cuerpo. Lo difícil es encontrar a alguien dispuesto a trabajar en los genitales. El pene debe permanecer erecto durante todo el proceso.

Hoy por hoy, la cultura del tatuaje en los genitales se mantiene. Tatuar un pene no es más difícil, ni supone más riesgos que dibujar cualquier otra parte del cuerpo. Si se hace con las "condiciones higiénicas", el "material adecuado" y "sin productos tóxicos" no debe haber problemas de ningún tipo, explica el dermatólogo Carlos González del departamento del hospital de Getafe. Es más, "los genitales cicatrizan muy rápido", añade.

No obstante, alguna vez se pueden producir hematomas porque la dermis es muy fina y la zona está muy vascularizada, comenta el doctor. Hay que ser "muy cuidadoso con la aguja" porque "si pinchas más de la cuenta se rompe la piel, que es muy fina, y se producen borrones", señala José Carlos de Chemical Tatoo.

Caro y doloroso.

Entre los inconvenientes de tatuarse los genitales está el dolor ya que la zona es muy sensible, explica el dermatólogo.

Otras de las dificultades es hallar un tatuador dispuesto a trabajar en el pene. La mayoría se niegan y eso encarece el precio, a veces, hasta lo duplica, nos explica Carmen Carro, portavoz de Tatoo Center. Para dibujarse el miembro viril es necesario mantenerlo erecto. Aunque en la Red circulan rumores de hay quien se ayuda de la viagra, los tatuadores explican que esto puede impedir clavar la aguja y los médicos recuerdan que este medicamento no debe tomarse sin receta.

En la Prehistoria.

Datan del Paleolítico las primeras piezas de arte mueble que representan el falo masculino en erección. La representación de los genitales, masculinos y femeninos, en la Prehistoria eran "motivos más que habituales", recoge un artículo de la 'Revista de Urología' del que es coautor Javier Angulo, jefe de urología del hospital Universitario de Getafe.

En la actualidad el Museo Schloss Hohentubiengen de Tübingen, Alemania, tiene una de las piezas con forma fálica decorada que hacen pensar en la práctica de marcas ornamentales sobre los penes. Esta pieza es de hace entre 44.000 y 30.000 años. El trabajo de Angulo concluye que "en el lenguaje del arte paleolítico hay evidencias para considerar que el engalanamiento fálico a base de marcas, perforaciones y tatuajes fue una práctica posible y harto probable, desde hace más de 10.000 años".

A lo largo de la historia y de la geografía, los tatuajes en el pene, o en otras partes de cuerpo, se han venido repitiendo. Para algunas sociedades eran signo de distinción social, para otras tenían finalidades curativas y estaban relacionadas con la mitología.
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Extraído de Telecinco

Secuenciado el genoma de un humano de hace 4.000 años.

Un equipo internacional de investigadores, liderados por expertos del Museo de Historia Natural de Dinamarca, han logrado secuenciar, por vez primera, el genoma nuclear de un ser humano que vivió hace 4.000 años y pertenece a una cultura, la Saqqaq, que ya está extinguida y fue la primera que llegó a habitar en el Ártico.

Los científicos, utilizando uno de los pelos de un individuo, que se encontraron congelados en Groenlandia, han logrado reconstruir el 80% del genoma de un varón, bautizado como 'Inuk' (hombre, en groenlandés), que vivió al noroeste de este país. Para ello, han utilizado las tecnologías más punteras en secuenciación genómica, parte de ellas en China.

Gracias a este trabajo, se ha podido saber que este primitivo pueblo está más vinculado con las tribus del noroeste de Siberia que con los actuales inuits que viven en el Ártico.

También se han conocido sus características físicas: eran de tez oscura y ojos castaños, tenían una constitución corpulenta, padecían tendencia a la calvicie y al cerumen en los oídos, su grupo sanguíneo era el A positivo y sus dientes frontales tenían forma de paletas. Además, se ha comprobado que estaban predispuestos genéticamente a padecer determinadas enfermedades.

Según publican los científicos en 'Nature', los ancestros de Inuk cruzaron al Nuevo Mundo desde el noreste de Siberia hace entre 4.400 y 6.400 años en una ola migratoria que fue independiente de las de los nativos americanos y los ancestros de los inuit, que llegaron posteriormente.

El autor principal del trabajo, Eske Willerslev, fue también quien dirigió, el año pasado, la reconstrucción del genoma del mamut lanudo, también gracias a su pelo. Pero en aquella ocasión quedaron lagunas debido a que la tecnología aún no estaba perfeccionada.

En esta ocasión, encontró el material, el cabello, en el almacén del propio Museo de Historia Natural, donde estaba almacenado, y congelado, desde hacía 20 años. Gracias a financiación privada, lograron reconstruir el genoma en solo unos meses, con una calidad que, asegura Willerslev, es comparable al de un humano moderno.
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Extraído de El Mundo

Asturias era el auténtico centro del mundo hace 305 millones de años.

El territorio que actualmente conforma el Principado de Asturias soportaba temperaturas tropicales, estaba poblado por grandes bosques que dieron lugar a los depósitos de carbón de la región y era el centro del «supercontinente Pangea» -que configuraba la estructura terrestre- hace 305 millones de años.

Estos son algunos de los datos que ha desvelado la investigación desarrollada por el científico de la Universidad de Salamanca Gabriel Gutiérrez, en colaboración con Arlo Weil, de la Universidad de Bryn-Mawr (Filadelfia), según ha informado la institución académica salmantina.

Las conclusiones y el estudio serán publicados en el próximonúmero de la revista científica sobre geología más antigua del mundo, Journal of the Geological Society of London.

El proyecto desgrana los procesos que dieron lugar a los depósitos de carbón y minerales del Principado de Asturias como consecuencia de la formación de Pangea (compuesto por la unión de todos los continentes conocidos hoy en día), lo que originó la creación de las cuencas mineras asturianas a lo largo de un proceso que dio comienzo hace 305 millones de años y se cerró hace 295.
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El origen del carbón.
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La formación de lo que el científico de la Universidad de Salamanca califica como «supercontinente» está considerada como «uno de los hitos del planeta». Según demuestra Gutiérrez en su estudio, tras la unión de dos continentes se formó un cinturón o sutura localizado en el norte de la Península Ibérica que se doblaría formando una estructura denominada oroclinal, una cadena montañosa en forma de u en cuyo centro se situarían los Picos de Europa.

En la periferia de este sistema montañoso se ubicarían todas las sierras desde la vertiente leonesa hasta las montañas del Cabo Peñas y el Sueve, cerrándose siguiendo el valle del Narcea. Con la formación de esta gran estructura se originaron muchas de las cuencas carboníferas de Asturias junto con rocas más profundas (granitos) y mineralizaciones como la de oro de Boinás, en Belmonte, afirma Gutiérrez.

El trabajo de los investigadores cierra el debate iniciado en el siglo XIX por el geólogo austríaco Suess, con lo que él denominaba como «rodilla astúrica». La tesis dominante hasta la fecha era la de que Asturias había sido un cabo que se empotró en la parte meridional de Pangea.

La investigación de la Universidad de Salamanca se llevó a cabo mediante la utilización de técnicas de paleomagnetismo en diferentes zonas de la comunidad, como en los Picos de Europa, Villaviciosa y Langreo, lo que ha permitido datar cuándo se generó la gran «u» del arco ibero-armoricano que se extiende por Asturias, Galicia, Portugal y Extremadura.
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Extraído de ABC

Pero, ¿dónde estuvo la Sucro romana?

Ningún otro asunto histórico ha despertado tanto interés y ha generado tanto debate como el de la ubicación de la antigua ciudad romana de Sucro. Diferentes municipios de la Ribera se disputan su ubicación y este asunto ha enfrentado a eminentes historiadores desde el siglo XVI. Los recientes hallazgos en Cullera de unas tumbas de época romana de ciudadanos de clase alta, además de la fábrica de salazones y la taberna descubiertas hace años, han confirmado la importancia de "Portum Sucrone" que se ubicaba en esta ciudad. Pero, ¿dónde estaba Sucro?

Tradicionalmente las poblaciones que han defendido esta herencia han sido Alzira, Cullera y Sueca, pero en los últimos años Albalat de la Ribera se ha incorporado a este debate. El hallazgo, a mediados de los años 90, de un poblado datado entre el siglo III y II antes de Cristo (cronología similar a la de Sucro), hace ganar peso a la hipótesis.

Una ciudad antigua en Albalat.

Xavier Vidal y Carmen Martínez realizaron entre 1996 y 1998 unas excavaciones en el núcleo urbano de Albalat en las que encontraron restos de una vivienda y diferentes hogares. Posteriormente, en la zona de l'Alteret de la Vinti-huitena se halló el ángulo de la habitación de una casa que contaba en su interior con un hogar y se documentaron restos cerámicos del siglo VIII antes de Cristo (a. C.).

"Sucro podría haber estado en Albalat por su maravillosa situación geográfica", dice Vidal, quien explica que "el asentamiento estaría en un altozano dominando un punto en el que el Xúquer pasaría a discurrir de forma más regular por un cauce más definido, de fácil acceso". Este arqueólogo cree que la función de Cullera sería "la de Portus de la ciudad de Sucro, que debería estar más hacia el interior como en las grandes ciudades del Mediterráneo".

En cambio, la historiadora cullerense Mª Luisa Chofre, autora de la tesis Las ciudades de Sicana y Sucro. Su localización a partir de las fuentes, defiende que la antigua Sucro se ubicaba en el Alt del Fort de Cullera; situado en lo alto de la montaña y donde se han hallado restos de un recinto ibérico datado entre el siglo IV y III a C. Chofre defiende en su tesis que la mansión Sucronem se situaría en Albalat y el "Portum Sucrone" se corresponde con la Illa dels Pensaments de Cullera.

Esta historiadora también aboga por el alto valor estratégico de Cullera. "Las fuentes escritas que hablan de Sucro transmiten la imagen de un poblado ibérico en altura, un 'oppidum' de gran valor estratégico y comercial", dice Chofre, que recuerda cómo el antiguo geógrafo Estrabón en su descripción del litoral valenciano señaló: "El litoral, desde Cartagena al río Ebro, tiene en medio al río Sucro, su desembocadura y la ciudad del mismo nombre".

Alzira y Sueca pierden fuerza.

Mientras, Alzira y Sueca pierden fuerza. Vidal señala que en estas poblaciones no se han hallado restos arqueológicos "de calado". Por su parte, Chofre cree que los restos arqueológicos hallados en la capital de la Ribera Alta apuntan a que se trataría de una zona de paso en época republicana y que contaría con explotaciones agropecuarias durante el imperio.Aunque Aureliano Lairón, cronista de Alzira y colaborador de Levante-EMV, no descarta la ubicación de Sucro en esta ciudad. Y también hay historiadores clásicos que defienden esta hipótesis como Vicente Peludo y José Mª Parra. La situación geográfica de Alzira, cercana a la Vía Augusta y el hallazgo de cuatro lápidas de época romana en diferentes puntos del municipio respaldan esta idea.

Toni Carrasquer, historiador de Sueca, es el que se muestra más pesimista en cuanto a la ubicación de Sucro en su población natal. "Sin conocer a fondo la temática, apostaría porque Sucro está en los sustratos de Albalat", dice Carrasquer quien descarta Cullera por la evolución geológica de la Albufera. Parece que actualmente ningún historiador defiende la hipótesis de Sueca.

Aunque Toni Carrasquer recuerda que diversos historiadores del XIX, como Juan Bautista Granell y el Pare Amado Burguesa sí apostaron por esta ciudad y aportaron pruebas como la similitud del vocablo Sucro con el nombre de la actual Sueca o la interpretación de diferentes recorridos relatados en los textos antiguos que demostrarían que la antigua Sucro se situaba en la actual partida de la Torreta de Sueca. Además en esta zona se han hallado restos arqueológicos que datan de época romana.
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Extraído de Levante EMV

Un hueso demuestra que el hombre prehistórico riojano cuidaba a los impedidos.

El estudio de un hueso de la Primera Edad del Metal, datado entre los años 2350 y 1900 antes de Cristo, constata la existencia de asistencia social intragrupal en la población prehistórica de La Rioja, lo que indica que el conjunto de la población se ocupaba de las personas impedidas.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por el paleopatólogo y doctor en antropología médica riojano Julio Martínez Flórez, sobre un hueso coxal encontrado en 1979 en el yacimiento dolménico Peña Guerra II, ubicado en Nalda y excavado por Carlos Pérez Arrondo y José María Rodanés.

Martínez Flórez ha indicado a EFE que este hueso, perteneciente a una "mujer mayor" que murió cuando tenía entre veinte y treinta años, tiene una luxación congénita de cadera, que hizo que hubiera una cavidad articular nueva en la cabeza del fémur en plena plana ilíaca, por lo que esta persona tuvo una limitación funcional importante y casi no podía andar.

El estudio constata que ya existían luxaciones congénitas en la época de la Prehistoria y permite determinar algunos aspectos relacionados con la actividad del grupo humano al que pertenece.

Ha insistido en que el hecho de que esta mujer, quien también sufría una artrosis marginal, falleciera cuando tenía entre veinte y treinta años significa que la población a la que pertenecía practicaba una asistencia social, no sanitaria, con las personas impedidas, de lo que no se tenía constancia hasta ahora en La Rioja.

Martínez Flórez ha resaltado que este grupo humano no disponía de una asistencia "sanitaria", dado que si entre sus miembros hubiera habido un "chamán" o un "sanador" especializado, la calidad de vida de esta mujer hubiera mejorado porque este tipo de cavidad articular en el fémur tarda años en hacerse y en aquella época sabían "recomponer" huesos.

El estudio, en este caso, también ha constatado que "la población a la que pertenecía esta mujer en Nalda tenía una actividad sedentaria o, como mucho, un nomadismo parcial cerrado".

Ello supone que el centro del grupo era sedentario y algunos de sus miembros podían practicar el nomadismo en alguna zona cercana a su asentamiento.

"El análisis de este hueso demuestra y constata por primera vez que se trataba, en su gran mayoría, de una población sedentaria porque, de lo contrario, esta mujer hubiera fallecido al no poder mantener el ritmo de una sociedad nómada", ha subrayado.

El informe realizado por Martínez Flórez se presentará en la próxima Reunión Nacional de la Asociación Española de Paleopatología y se remitirá al "Journal of Paleopathology".
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Extraído de EPA

La guerra de los arqueólogos.

Los orígenes de cada pueblo o nación se encuentran en la mitología y no en la historia como ciencia.
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Los arqueólogos e historiadores del mundo antiguo han estado riñendo durante mucho tiempo. La suya, después de todo, no es una ciencia exacta, sino un oficio. Indios y pakistaníes, por ejemplo, han mantenido discusiones encarnizadas sobre la civilización del valle del Indo. Durante treinta años ha habido asimismo una guerra encarnizada entre el arqueólogo bíblico y sus críticos. Era costumbre, hasta hace escasas generaciones, utilizar el Antiguo Testamento como una guía para excavar en Tierra Santa, aunque los escépticos han abundado durante mucho tiempo.
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La escuela de los minimalistas (también llamada la de Copenhague-Sheffield) sostuvo que la Biblia podría ser indudablemente una gran obra literaria y teológica pero que como guía para la antigua Palestina es inútil e incluso susceptible de inducir a error. El rey David, probablemente, nunca existió y el rey Salomón probablemente nunca llegó a construir un grande y espléndido templo.

Los dignatarios religiosos árabes palestinos fueron aún más lejos y afirmaron que no había pruebas de que los judíos hubieran vivido en Palestina; probablemente llegaron en fecha bastante reciente de algún lugar del sur de Rusia. Así, las disputas llegaron a tener una carga notablemente emocional. Un conocido arqueólogo, el profesor estadounidense Albert E. Glock, incluso fue asesinado en circunstancias no del todo aclaradas hoy, un tema para una novela de suspense de Agatha Christie. Las discusiones no siempre siguieron derroteros de naturaleza étnica y política. Respetados arqueólogos israelíes se adscribieron también a la escuela minimalista... Y hubo quienes lamentaron la politización de la arqueología. Porque, si los sionistas decidieron volver a Palestina hace más de cien años, no fue por los reyes David y Salomón, sino porque temían que los judíos europeos fueran asesinados.

Es cierto que ha habido pequeñas comunidades en Palestina desde tiempos inmemoriales y una de las plegarias principales rezaba El año que viene en Jerusalén, pero en último término la remigración (retorno) se produjo por el antisemitismo y por Hitler, no por el rey David.

Sea como fuere, las recientes excavaciones en un lugar intermedio entre Tel Aviv y Jerusalén llamado Kirbet Qeijafa (o She'arayim) están arrojando nueva luz sobre este antiguo debate. Muchos consideran que podría tratarse del descubrimiento arqueológico más importante desde hace décadas. She´arayim, que se menciona en la Biblia (el nombre significa ´casa o pueblo de dos puertas´), es de interés para los arqueólogos porque ninguna otra ciudad poseía dos puertas en aquel tiempo.

No está claro el motivo por el que esta localidad se pasó por alto en las excavaciones de los siglos XIX y XX. Mayor importancia reviste el hallazgo de un ostracon (fragmento de cerámica) en una excavación en el 2008/ 2009 con una inscripción de cinco líneas en una lengua posiblemente protocananea o protohebrea. Como este asentamiento se remonta al siglo X antes de Cristo, se trataría con mucho de la inscripción más antigua; hasta ahora, la inscripción más antigua en hebreo hallada en Palestina databa del siglo VII antes de Cristo. De ser así, esto tendría grandes consecuencias en la arqueología de Oriente Medio y en la datación bíblica y, por supuesto, en la disputa entre los minimalistas y sus adversarios. El profesor Garfinkel, que dirigió las excavaciones, ha subrayado que no es un político y que su especialización profesional fue la muy anterior edad de piedra, en la que no había políticos... She´arayim pertenece a otra época, la temprana edad de hierro. Ahora bien, ¿podría un solo descubrimiento revolucionar nuestra forma de pensar acerca de una cuestión que es objeto de tan encarnizada disputa? Probablemente, no. Sin embargo, tres años antes, el arqueólogo Abraham Biran había encontrado en Tel Dan, en el norte de Palestina, en un fragmento de piedra otra inscripción que se remontaba al siglo IX en la que se mencionaba la "casa de David", la única que se ha encontrado de tales características. Los arqueólogos minimalistas no estaban convencidos: ¿tal vez podía ser otro David y otra casa? Pero en la medida en que aparezcan más pruebas, aumenta la probabilidad de que los israelitas hubieran vivido en esta parte del mundo.

Pero eso aún no significa que el texto del Antiguo Testamento deba tomarse excesivamente al pie de la letra. Los orígenes de cada pueblo o nación se encuentran en la mitología y no en la historia como ciencia, pero generalmente suele haber un núcleo basado en datos objetivos... Esto no significa que David y Salomón fueran grandes reyes gobernantes de grandes imperios. Lo más probable es que fueran jefes locales. Pero esto significaría que las historias bien conocidas por la humanidad a lo largo de los últimos dos milenios no son sólo invenciones literarias.

Las excavaciones en She´arayim-Qeijafa se reanudarán en junio. No solucionarán el conflicto palestino-israelí. Ni siquiera, tal vez, la polémica entre minimalistas y sus críticos. En este campo siempre cabe encontrar razones para dudar. Sin embargo, las excavaciones se seguirán con gran interés mucho más allá de los confines de la arqueología bíblica.
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Extraído de La Vanguardia

«La Inquisición de Llerena fue la más agresiva de todo el reino».

Fermín Mayorga es natural de Cheles, tiene 43 años y en la actualidad ejerce profesionalmente de cocinero en Madrid. Desde hace cinco años lleva investigando la Inquisición de Llerena en el Archivo Histórico Nacional, así como en el Archivo de Simancas. Un trabajo que le ha servido para firmar artículos en diversas publicaciones y revistas especializadas. Ahora todos esos conocimientos los está trasladando por toda la región a través de conferencias que imparte en diversas localidades. Hace unos días estuvo en Villanueva de la Serena, y allí reflexionó sobre el Santo Tribunal.

-¿Qué le llevó a adentrarse en el estudio de la Santa Inquisición y de los herejes?

-Me llevó el hecho de comprobar que el tema no está tratado profundamente en Extremadura. La Inquisición de Llerena es la gran desconocida para los extremeños. Nos hemos ocupado más de investigar América, las órdenes militares, castillos o imágenes y hemos dejado de lado una realidad histórica que durante casi cuatro siglos convulsionó a la sociedad extremeña. Por ello, me surgió el interés por descubrir los trágicos acontecimientos que les tocó vivir a miles de extremeños, que solo por pensar de forma diferente se vieron obligados a comulgar con ruedas de molino.

-¿Cree entonces que hay en Extremadura un deseo por no remover todo lo que rodea a la Inquisición?

-No lo creo así, aunque lo cierto es que hoy por hoy es una de las asignaturas pendientes de la Universidad de Extremadura. Carecemos de jóvenes que hayan optado por preparar una tesis doctoral sobre el tema o investigadores dispuestos a dar a conocer los autos de fe celebrados en la villa de Llerena y todo lo que ocurría en los mismos. También echo en falta un estudio profundo de las abundantes comunidades moriscas y judaizantes diseminadas por toda la región, y que junto con las brujas, bígamos, sacerdotes solicitantes y otros herejes, le dan a la Inquisición de Llerena un papel relevante en su momento, que propició que el miedo y el terror campara a sus anchas por todas las villas extremeñas.

-El tribunal de la Santa Inquisición de Llerena, ¿qué fama tenía a nivel nacional?

-La Inquisición de Llerena tenía fama de ser de las más agresivas del reino. En definitiva su fama respondía a la que tenían todos los tribunales del reino. Es decir, la población sabía que caer en las redes de la Inquisición era condenar al reo, posiblemente, a ser quemado en la hoguera, a galeras, a ser internado en las cárceles secretas de dicho tribunal, a que se le confiscasen sus bienes, a ser torturado en la cámara del tormento y a que toda su familia presente y futura sufrieran una de las mayores torturas psicológicas, como era la deshonra, por haber tenido en su núcleo familiar un familiar hereje.

-¿En qué ciudades de la comunidad autónoma se 'cebaron' más?

-Una de ellas fue Fregenal de la Sierra, donde fueron condenados más de 1.000 vecinos. En esta localidad existía una importante comunidad judaizante la cual fue prácticamente aniquilada entre 1491, y 1497. También se cebaron en Alburquerque, población que tenía un gran numero de seguidores de la ley de Moisés y donde la Inquisición tuvo que hacer dos autos de fe exclusivos para los habitantes de esta población que abrazaban el judaísmo. Lo mismo ocurría en Cabezuela del Valle, y otras muchas villas extremeñas donde los seguidores del Antiguo Testamento sufrieron el escarnio cruento del tribunal. En cuanto a poblaciones con comunidades moriscas, Hornachos fue quizás la más perseguida por el gran número de sus miembros, donde prácticamente la totalidad de la población eran seguidores de Mahoma. Pero hay que decir que la Inquisición de Llerena no fue capaz de acabar con dichos seguidores de Alá en esta villa, y como último recurso el Rey ordenó la expulsión de todos los moriscos del reino en 1609, siendo prácticamente en su totalidad los vecinos de Hornachos expelidos de su pueblo y tierra natal. También se expulsaron de otras poblaciones como Magacela, Benquerencia, Mérida, Puerto de Santa Cruz, Villanueva de la Serena, Zafra, así como otras muchas comunidades moriscas más pequeñas diseminadas por muchísimos pueblos de Extremadura.

-¿A quién persiguió más la Inquisición en Extremadura?

-Las dos comunidades más perseguidas fueron los moriscos y la judaizante, sobre todo la primera, porque los miembros de dicha comunidad solían ser los ricos de la población, mercaderes, hombres de negocios, los cuales tenían unas muy buenas haciendas. Aquí encontró la Inquisición una veta económica importantísima para llenar sus arcas. Y es que a todos los reos condenados se les confiscaban sus bienes, se les quitaban sus haciendas, casas, tierras, así como el dinero que tuvieran. De esta forma, el Santo Tribunal mataba dos pájaros de un tiro, ya que por un lado no dejaba que fraguasen otras formas de pensar y propiciaba el avance de ciertas espiritualidades religiosas, a la vez que, con la usurpación de los bienes de los reos, aumentaba sus ganancias el fisco real y el propio tribunal eclesiástico. También fueron bastantes brujas las condenadas, la mayoría de ellas asentadas en pueblos cercanos a la raya de Portugal. En base a los expedientes inquisitoriales que he consultado, tengo que decir que si en Extremadura hay localidades a las que se le debería denominar 'pueblos de brujas', al menos documentalmente, esas villas serían Jerez de los Caballeros y Fregenal.

-¿Recuerda algún caso curioso que se juzgara o qué le haya llamado la atención en su investigación?

-Hay muchos casos curiosos. Me acuerdo de un obispo condenado por practicas homosexuales con uno de sus pajes y un sobrino de éste en Berlanga y Campillo de Llerena. También destacaría el caso de un convento de Badajoz, donde las monjas llevaron al Obispo un niño recién nacido parido por una monja y cuyo padre era el chantre de la catedral de Badajoz. O el caso curiosísimo de la clériga de Zafra, un sacerdote de dicha ciudad al que la población conocía con dicho nombre. Un sacerdote que era hermafrodita y tenía los dos sexos, aunque tenía más desarrollado el femenino que el masculino, por lo que fue condenado por la Inquisición de Llerena por usar la parte activa de éste. Sus cómplices fueron dos jóvenes extremeños, uno de Almendral y otro de Bancarrota, los cuales tuvieron que declarar ante la Inquisición diciendo que cuando practicaban sexo con la clériga de Zafra lo hacían como si lo hicieran con una mujer, porque este sacerdote tenía natura de mujer.

-En cuanto a las condenas, ¿eran muy crueles?

-Entre las más crueles estaba la de ser condenado a la hoguera, a remar a las galeras de su majestad sin sueldo, a ser azotados con 200 latigazos y, sobre todo, las torturas. En la cámara del tormento de la Inquisición, situada siempre en los profundos sótanos del palacio de la Inquisición para que el resto de reos no escucharan los gritos de dolor del torturado, se vivieron escenas de verdadero terror. Cuento esto así como suena, porque los documentos inquisitoriales que he consultado hablan por si solos. En ellos he descubierto a personas a las que se le han roto brazos o piernas durante las torturas, o que se han suicidado de desesperación lanzándose el reo aun pozo común con pilar que se encontraba dentro de los corrales de las cárceles del tribunal. Allí los reos salían a asearse. Otra de las torturas, denominada 'la toca', consistía en dar a ingerir a un grupo de condenados vinagre, lo que suponía su muerte a los tres días a consecuencia de dicha ingesta. Todo un verdadero calvario.

-¿En qué líneas ha centrado ahora su investigación?

-Sobre todo en la línea de las comunidades moriscas de Extremadura. Hay que recordar que el próximo 2009 se celebran los 400 años de la expulsión de los moriscos de Extremadura y nuestra comunidad autónoma tiene mucho que decir al respecto. Sería una verdadera pena que el próximo año, tanto la persecución contra los moriscos en esta región como su posterior expulsión pasasen desapercibidos por no haber investigadores extremeños preocupados por el tema. Razón más que suficientemente para que las líneas abiertas en mí frente de investigación caminen por estos derroteros y, junto con otros investigadores, pudiéramos dar a conocer las persecuciones represivas puestas en marcha por la Inquisición de Llerena contra miles de hombres y mujeres de Extremadura cuyo delito fue pensar de forma diferente.
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Extraído de HOY

Momias de LLerena.

¿Emparedamiento colectivo de los iluminados?

La torre de la iglesia de Nuestra Señora de Granada, en el extremeño pueblo de Llerena, albergaba un gran secreto: en su interior se hallaba un enorme amasijo de cadáveres, algunos de ellos momificados. ¿A quiénes pertenecían? Después de más de cincuenta años, el misterio sigue sin resolverse.

Año 1964, Llerena (Badajoz). Aquella mañana la iglesia de Nuestra Señora de Granada, construida entre los siglos XIII y XIV, era el centro de todas las miradas. El notario local, Antonio Carrasco, estaba al frente de una investigación que pretendía localizar en el interior de la torre del templo los restos de la antigua fortificación alminar que perteneció a la primitiva mezquita. Era ya media tarde cuando Carrasco ordenó derribar un muro que taponaba una presunta zona muerta. La operación dejó al descubierto una desvencijada puerta. Al intentar abrirla se dieron cuenta de que algo parecía cerrar el paso desde dentro. Después de un gran esfuerzo consiguieron dejar un hueco lo suficientemente amplio como para poder entrar. Al otro lado encontraron un enorme amasijo de cadáveres, algunos de ellos momificados.

Tanto Antonio como el resto de los trabajadores quedaron asombrados ante la visión de miles de cuerpos, la mayor parte de ellos en una posición extraña y con un gesto de horror. Aunque era pronto para sacar conclusiones, parecía tratarse de un emparedamiento colectivo. La noticia se extendió rápidamente, y muchos fueron los comentarios vertidos que intentaban averiguar el origen de aquellos cuerpos. ¿Inquisición? ¿Guerra Civil? Pero, a pesar de las dudas surgidas, el muro que tapaba la entrada a la habitación maldita fue levantado de nuevo. Durante algún tiempo los rumores siguieron recorriendo el pueblo, pero poco a poco, y sin mediar investigación alguna, el asunto cayó en el pozo del olvido. Y así se mantendría durante una década y media.

La voz de los muertos.

A finales de los años setenta del pasado siglo las obras de remodelación en diferentes templos y lugares simbólicos se habían convertido en una actividad común por parte de la Dirección General de Bellas Artes, que pretendía recuperar viejos legados y sacar a la luz el patrimonio histórico. Y un buen día le llegó el turno a la iglesia de Nuestra Señora de Granada y a su torre alminar. Como no podía ser de otra manera, al poco de comenzar los trabajos los obreros dieron con la vieja puerta que escondía aquel panorama que quince años atrás había aterrado a los que habían cruzado su umbral. En esta ocasión llegaron a contar los cuerpos que allí se custodiaban. Superaban los seis millares. De ellos al menos cuatro decenas estaban momificados. En esta ocasión el asunto no fue enterrado y la opinión pública solicitó una respuesta a través del diario regional Hoy, que en todo momento se hizo eco de los adelantos y las novedades del caso. Pronto comenzó el estudio y la clasificación de los miles de cuerpos aparecidos en la torre de la iglesia de Llerena, auspiciados por el Ministerio de Cultura y llevados a cabo por los departamentos de Antropología de las universidades de Extremadura, Madrid, Barcelona y Sevilla. Gran parte de ellos fueron embalados y enviados a los laboratorios de dichas instituciones, cuyas primeras conclusiones no se hicieron esperar. No solo todos los especialistas estuvieron de acuerdo en que aquel era el enterramiento más importante descubierto en la España de la época contemporánea, sino que los resultados obtenidos fueron aun más aterradores que la mismísima visión de las momias. Según el departamento de Antropología de Madrid, los cadáveres presentaban violentas fracturas y algunos tenían el cráneo aplastado. Igualmente, el rictus de horror en sus rostros clamaba a voz en grito que habían padecido una muerte marcada por el sufrimiento.

Por ello, el departamento de Antropología de Barcelona llegó a la conclusión de que se trataba de un emparedamiento en vida. Ahora bien, si todo lo que proclamaron los especialistas era cierto, se sumaban nuevas preguntas a las ya planteadas. ¿Cuál era la verdadera identidad de aquellas personas? ¿Por qué fueron encerradas en la torre de una iglesia? ¿A qué se deben las fracturas y el rictus de horror de sus rostros? ¿Quiénes cometieron aquella masacre?

El santo oficio, en el punto de mira.

Los primeros estudios históricos y otros indicios descartaron que fueron víctimas de uno de los tristes episodios de la Guerra Civil o de algún otro genocidio. Y centraron sus miras en las actividades que llevó a cabo la Santa Inquisición en Llerena. Esto provocó un duro enfrentamiento entre los investigadores y los grupos políticos y religiosos más conservadores. Y es que al pronunciar la palabra Inquisición se puso en marcha un proceso de desinformación y mutilación de datos, además de una fuerte presión a los antropólogos, hasta el punto que muchos de ellos decidieron retirarse de la investigación. Otros, no queriendo comprometerse, cambiaron de opinión y excluyeron de sus escritos todo lo relativo a extrañas fracturas y rictus para afirmar que los cuerpos no presentaban ningún tipo de señal fuera de lo normal. Por su parte, las autoridades locales hicieron lo propio alegando que existía una explicación lógica a aquel enterramiento y afirmaron que esos cuerpos pertenecían a un viejo cementerio anexo a la iglesia y que fueron guardados en la torre al desaparecer la necrópolis. Si esto fuera cierto, ¿por qué los restos fueron ocultados tras un muro que cegaba la habitación? ¿Por qué no fueron trasladados a una fosa común del nuevo cementerio? Incluso los grupos conservadores llegaron a comentar que las extrañas posturas de los cadáveres habían sido provocadas por los movimientos de los cuerpos durante la investigación antropológica, en contra de lo que ya había declarado el notario Antonio Carrasco en 1964. A partir de ese momento cualquier pregunta comprometida a las autoridades fue rechazada sistemáticamente y los altos estamentos presionaron a los medios de comunicación para que solamente publicaran la versión oficial del caso.

Por ello, algunos cadáveres fueron sepultados bajo la iglesia, otros en una fosa común del cementerio y el resto en la habitación descubierta en la torre, que fue clausurada de nuevo. Pero ¿realmente no habría sido más lógico que esos cadáveres descansaran en paz tras una investigación honesta y coherente, que arrojara luz y justicia sobre sus rostros contraídos? Una cosa estaba clara: aquellos muertos no descansaban en paz desde mucho tiempo atrás.

La secta de los alumbrados.

Desde aquel momento se intentó tirar por tierra todas las tesis lógicas sobre este suceso. Desde historiadores a políticos, las manifestaciones expresadas quitaban importancia al tema. Incluso se llegó a comentar que la Inquisición apenas había tenido relación con la localidad, dejando de lado la realidad histórica que señala a este pueblo extremeño como sede del Tribunal del Santo Oficio en el año 1501. Pero, aunque la Inquisición solamente ubicaba sus sedes en las grandes capitales, lo cierto es que Llerena se convirtió en depositaria de este tribunal, tal vez porque en esta localidad sucedió algún hecho fuera de lo común. En el año 1516 esta institución dejó el pueblo y se trasladó a Plasencia, pero regresó de nuevo en 1570 debido a que en él se había instalado una tenebrosa secta, los Iluminados o Alumbrados. Esta había llegado a España a comienzos del siglo XVI y se había extendido por algunas localidades, entre ellas Llerena. Estaba integrada por personajes que estaban en contra de la oración, el ayuno, los gestos de adoración, el agua bendita, el acto de arrodillarse, la veneración de imágenes, los predicadores católicos, la sagrada hostia, la cruz, la Biblia y otras tantas cuestiones, lo que los convertía en hombres malditos de cara al cristianismo. Además, profanaban los lugares sagrados y obligaban a las mujeres a tener relaciones sexuales con ellos como penitencia. Incluso, según las crónicas, llegaron a envenenar y matar a un obispo. Está claro que una serie de hechos como este no pasaron por alto para la implacable Inquisición española y que sus iniciativas para reprimir esta creencia siniestra debieron de ser contundentes. Si en otros momentos de la historia se pasó a cuchillo a personas inocentes solo por discrepar del dogma católico, en esta ocasión tuvo que ser aún peor, ya que se trataba de personajes que realmente estaban haciendo un mal a la religión y a la sociedad. Y es que todos los elementos de este caso –una secta de individuos maléficos, un tribunal del Santo Oficio y unos cuerpos, posiblemente emparedados en vida, con terribles rastros de sufrimiento– solo sugieren una palabra: Inquisición.

Llerena: Sede del Tribunal de la Santa Fe.

La Inquisición tuvo una enorme importancia en Llerena. Esta se instaló en la localidad en el año 1501 y fue el tercer tribunal más importante de España en cuanto a extensión de su jurisdicción, ya que incluía los obispados de Ciudad Rodrigo, Plasencia, Coria y Badajoz. Dentro de la villa tuvo tres sedes, una en la calle Zapatería –dentro del Palacio Prioral–, otra en la calle Corredera –en el Palacio de los Zapata– y la última en la calle La Cárcel –en la sede de la Casa Maestral.

El proceso de saponificación: Emparedamiento colectivo.

Uno de los puntos a favor de la posibilidad de que las momias de Llerena provengan de un emparedamiento colectivo es el extraño color grisáceo que presentan los cuerpos. En dichos enterramientos se produce un proceso conocido como “saponificación” mediante el cual la grasa corporal se transforma químicamente en una masa de color gris y de tacto granuloso y compacto. Aunque este dato fue advertido en su momento por el investigador extremeño Gonzalo Pérez Sarró, nunca recibió la debida atención por parte de las autoridades locales, que hicieron caso omiso a sus interesantes pesquisas.

Las afiladas garras de la Inquisición española.

Aunque en el caso de las herejías de la secta asentada en Extremadura a mediados del siglo XVI la Iglesia católica actuó con cierto buen criterio pretendiendo limpiar de actos blasfemos la región, en otras ocasiones la Inquisición ha actuado de forma desmedida ante personas que solamente deseaban profesar creencias diferentes a la católica, escribiendo así una de las páginas más oscuras de la historia de España. Todas esas víctimas, imputadas por crímenes contra la fe que seguramente nunca o casi nunca cometieron, tuvieron que enfrentarse a métodos aberrantes que pretendían lograr la autoinculpación a través del miedo y el dolor. Algunos de los monstruosos artilugios de tortura usados por el Santo Oficio tienen nombre propio: la dama de hierro, la cuna de Judas, el garrote vil, el potro de tortura, el aplastacabezas, la guillotina, el desgarrador de senos, la pera anal y otros tantos objetos que causaban pavor.

Los otros iluminados: Tolox y el fin del mundo.

El caso de los Alumbrados o Iluminados de Llerena no es un episodio aislado. El símil más evidente es el de los Iluminados de Tolox, ocurrido en el año 1886. A este pueblecito de la serranía malagueña llegaron una serie de personajes perversos que manejaban la mente humana por medio de la hipnosis y la utilización de alucinógenos, como el beleño y la belladona. Su objetivo era engatusar a las personas con la supuesta inminencia del fin del mundo para apropiarse de sus bienes materiales. El nivel de fanatismo de aquellos humildes campesinos y agricultores era tal que estuvieron a punto de protagonizar un suicidio colectivo: llegaron a prender fuego a sus casas y pertenencias, a azotarse con sogas de esparto, a arrancarse el cabello unos a otros y a cortarse la piel con afilados cuchillos.
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Extraído de Tejiendo el Mundo

El origen africano de Darwin.

Los antepasados de Charles Darwin (Inglaterra, 1809-1882) habitaron África hace 45.000 años, según las conclusiones del 'Proyecto Genográfico' presentadas este jueves en Sydney.

El viaje hacia el pasado de los expertos fue posible gracias al estudio del ADN del tataranieto del autor de 'El origen de las especies', Chris Darwin, que reside en Australia.

"Una parte del cromosoma Y de cada hombre, llamada 'región que no se recombina", contiene una información genética exacta a la del padre, el resto cambia en cada generación", explicó Lisa Matisoon Smith, la investigadora principal para la región de Oceanía, durante la presentación.
Matisson añadió que la "región que no se recombina" sufre alteraciones por eventos de mutación aleatorios y estos cambios se convierten en marcadores genéticos.

"Al seguir el marcador genético desde la actualidad hasta su origen, se puede determinar cuál es el antecesor común de todos los hombres vivos portadores de ese marcador", detalló la científica.

Antepasado común.

El director del proyecto, Spencer Wells, manifestó que la lectura de los marcadores de Darwin permite descubrir el viaje que hicieron los antepasados del científico inglés. "Emigraron del nordeste de África hacia el norte o hacia Oriente Próximo y posteriormente se trasladaron a Europa", aseguró Wells.

El test reveló que Chris, y por tanto, también su tatarabuelo, pertenecen al haplogrupo R1b del cromosoma Y, uno de los más comunes en Europa Occidental. "Aproximadamente el 70% de los hombres del sur de Inglaterra pertenecen a él. En algunas zonas de España e Irlanda el porcentaje alcanza el 90%", según Wells.

Otra conclusión a la que han llegado los especialistas de todo el mundo que participan en este programa, liderado por
'National Geographic' e IBM, es que la humanidad desciende de un mismo antepasado, un africano que vivió hace 60.000 años.

Aunque las mujeres carecen de cromosoma Y, tienen ADN mitocondrial que atesora el ADN de la madre y marcadores.

El científico español de la Universidad Pompeu Fabra David Comas, investigador principal para la zona de Europa Central y Occidental, explica que el objetivo de la iniciativa, que se ha dividido en tres apartados, es determinar las migraciones humanas desde el origen hasta la actualidad, basándose en datos genéticos.

'Proyecto Público' recoge muestras de ADN de personas interesadas en conocer el viaje efectuado por sus antepasados, a cambio de una suma de dinero. 'Proyecto de Investigación' busca ejemplos determinados de una parte de la población de cada país.

600 muestras recogidas en España.

"En España, por ejemplo, hemos recogido muestras de 600 personas, porque en todo Europa recogeremos un total de 10.000", apuntó el catalán Comas.

Señaló que hay poblaciones que viven en lugares remotos, otras no tienen un acceso tan fácil a los medios de comunicación o a Internet, y también tienen que asegurarse de que se incluye una representación de tribus indígenas.
Los datos recogidos son anónimos, aseguró por su parte Spencer Wells, y están a la disposición de la comunidad científica internacional.

El investigador español opinó que la información que recaban dará lugar a numerosas investigaciones desde otros sectores científicos. Asimismo, sugirió que la documentación es relevante tanto para el estudio del cambio climático, la lingüística o la arqueología, es como abrir una nueva caja de Pandora.
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Extraído de El Mundo

¿Se ha encontrado la Atlántida entre el Canal de Sicilia y el Mediterráneo Oriental?

La Marina Libia está analizando materiales en el centro del Mar Mediterráneo, se han encontrado restos de gran interés arqueológico, incluyendo edificios de tipo urbano. ¿Podría tratarse de la mítica Atlántida?.
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En los últimos días, la agencia oficial de prensa libia ha publicado una declaración en el que se dice, que se han encontrado las ruinas de edificios de gran importancia y que han sido identificados, han sido encontrados a casi 400 metros de profundidad. No se ha revelado el lugar exacto en donde se han encontrado las ruinas, se sabe que se encuentra entre el Canal de Sicilia y las aguas del Mediterráneo Oriental. Se han recogido ya numerosos fragmentos de esculturas, objetos metálicos de uso común y la cabeza de Melqart (semi-héroe de naturaleza divina, de grecia), fueron llevados a puerto y están siendo estudiados por las autoridades competentes en arqueología.
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El lugar en donde han sido encontrado el material arqueológico es conocido por los pescadores con el apodo de Deir Sheytan (la morada de Satanás) y también, conocido en lengua maltesa con el nombre de Diawul Kadal.
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La noticia es muy importante dado que, algunos estudiosos de la Atlántida, la sitúan precisamente en estas inmediaciones.

Descubren en Brasil ruinas de una antigua civilización.

Los signos de lo que podría ser una civilización antigua previamente desconocida están saliendo de debajo de los árboles talados del la región amazónica. En total son 260 enormes avenidas, largos canales de riego y cercados para el ganado que han sido divisadas desde el aire casi en la frontera entre Bolivia y Brasil.
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Nuevas imágenes de satélite y vuelos por la zona han revelado más de 200 enormes obras terrestres geométricas labradas en la cuenca del alto Amazonas, cerca del límite de Brasil con Bolivia. Cubriendo más de 240 kilómetros, hay cuadrados y otras formas geométricas formando una red de avenidas y veredas que se construyeron antes de que Colón llegara al Nuevo Mundo. Algunos se remontan al año 200 AC , y otros al año 1283.
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“En la arqueología amazónica siempre se tiene esta idea de que se encuentra a diferentes pueblos en diferentes ecosistemas”, dijo Denise Schaan, de la Universidad Federal de Pará, en Belém, Brasil. Según su cálculo, la construcción de estas obras necesitó del trabajo de unas 60 mil personas, mientras posiblemente aún quedan miles de construcciones semejantes en el fondo de la selva por descubrir.
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La visión tradicional es que antes de la llegada de los españoles y portugueses en el siglo XV no existían sociedades complejas en la cuenca amazónica, en contraste con la región de los Andes, al oeste, donde los Incas construyeron sus ciudades. Ahora la deforestación, el aumento de los viajes aéreos y de las imágenes de satélite están contando una historia diferente.
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Extraído de Esencia21

La cola del paro.

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Extraído de Eneko

Ampliadas las excavaciones del Patio de Banderas para profundizar en el edificio romano y la posible basílica.

El resultado de la tercera fase determinará si finalmente se instala una cripta arqueológica en este enclave.

Las excavaciones arqueológicas impulsadas por el Patronato del Real Alcázar en el Patio de Banderas para continuar las catas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y Miguel Ángel Tabales serán ampliadas con una tercera fase presupuestada en 270.000 euros. La campaña está destinada a resolver las incógnitas que pesan sobre las ruinas del edificio romano del siglo I antes de Cristo y sobre la existencia o no de vestigios de una basílica paleocristiana.

El alcaide de los Reales Alcázares, Antonio Rodríguez Galindo, el conservador del monumento palaciego, Antonio Balón, y el arqueólogo director del conjunto, Miguel Ángel Tabales, comparecieron hoy ante los medios de comunicación para anunciar que estas excavaciones, iniciadas el pasado 16 de febrero de 2009 y divididas en dos fases, se ampliarán con una "tercera fase" dotada con un presupuesto de 270.000 euros.

Las dos primeras fases, ya consumadas, han supuesto intervenciones en esta plaza donde, ya en 1976, el arqueólogo Manuel Bendala Galán descubrió unos restos arquitectónicos de época medieval atribuidos a una basílica paleocristiana. Lo más significativo, no obstante, ha sido la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense; un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera ser una cocina utilizada durante la primera mitad del siglo VIII antes de Cristo, en el ocaso de la Edad del Bronce.

CRONOLOGÍA.

Mientras estas primigenias huellas de ocupación humana han sido localizadas a cinco metros de profundidad, otro de los grandes hallazgos de esta intervención fue el descubrimiento de cimientos y restos arquitectónicos de un "gran edificio" perteneciente a la antigua Hispalis romana y datado en el siglo I antes de Cristo. Se trataría de un edificio "de gran potencia" dada la envergadura de sus sillares y cuyos alzados se levantarían hasta los tres metros, para lo cual sus arquitectos usaron la técnica del 'Opus Africanus', según destacaron Rodríguez Galindo y Tabales.

Este edificio, según Miguel Ángel Tabales, podría haber estado relacionado con el puerto fluvial de la antigua Hispalis quizá "como almacén", aunque ya en el siglo IV después de Cristo, el citado edificio romano fue demolido para levantar un nuevo complejo. Este último edificio, según recordó Rodríguez Galindo, es precisamente el que podría estar relacionado con el baptisterio paleocristiano descubierto a comienzo de los años 70 por el arqueólogo Manuel Bendala Galán.

Tal edificio, no obstante, habría sido destruido a principios del siglo V, quizá durante el saqueo de la ciudad a manos de los vándalos en el año 426, época a la que pertenecería un "tesoro" de 30 monedas y un crismón atribuido al obispo Marciano, prelado de Sevilla en aquella época según recordaba Antonio Rodríguez Galindo. Con posterioridad, sobre las ruinas de este edificio se construyó un nuevo complejo, quizá visigótico, que habría gozado de contrafuertes, estribos e incluso bóveda.

LA INCÓGNITA DE LA BASÍLICA.

Así, Tabales y Rodríguez Galindo defendieron la "necesidad" de ampliar las excavaciones al objeto de averiguar las "dimensiones exactas y la función" del edificio romano ya descubierto, además de "resolver de una vez por todas" si en este enclave existió o no una basílica paleocristiana o un templo visigótico, pues es algo que se da "por hecho", pero "no está absolutamente definido" en el ámbito científico.

Por eso, las nuevas excavaciones comenzarán en aproximadamente un mes en un área de 200 metros cuadrados hacia el sur del Patio de Banderas, una intervención cuyo resultado será determinante para resolver si finalmente el Ayuntamiento proyecta o no una cripta arqueológica para los vestigios arqueológicos descubiertos en el Patio de Banderas.

En ese sentido, aunque el Plan Especial de Protección promovido por el Patronato del Real Alcázar para el recinto palaciego y sus aledaños contempla esta posibilidad, a día de hoy, según el arqueólogo director y el alcaide del monumento, no hay datos "suficientes" para impulsar o desechar esta iniciativa.
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Extraído de ADN